McLeod y su chaleco

Os acordais de aquella serie de «Los inmortales» que dieron en telecinco, con BSO de Queen (que bien tocan…)?? Sólo puede quedar uno y cosas de esas. La serie estaba bien, tenía acción en unos entornos preciosos, y se dejaba ver bastante. Es más, diría que mejora mucho de lo que la TV ofrece hoy.

 Pero no he venido a hacer crítica de televisión, no soy Raimundo Fitero. Además no tengo que ver Factor X para que me recuerden que tengo que ponerme el cinturón (y proteger mi vida por mi seguridad). He venido a hablar de los excesos que cometen algunos obreros y otra gente que, como peatones, invaden las calzadas.

 Hace unos 4 años nos impusieron que teníamos que llevar chaleco en el coche,  un chaleco reflectante homologado, amarillo o naranja, que te debes poner en el momento que abandonas tu vehículo y te dispones a pisar la calzada. Su fin, es ser más visible para el tráfico rodado y aumentar tu seguridad. Y la medida me parece correcta, ya que es un poco deber de ese peatón circunstancial el protegerse ante las amenazas del tráfico al ser él uno de los usuarios más débiles.

Pero alguno se pasa. Se piensa que por llevar chaleco o buzo reflectante no puede ser atropellado, no puede ser herido, o se vuelve inmortal. Si le atropellan a la suficiente velocidad o un vehículo lo suficientemente pesado, pasa a ser un cadáver con un chaleco fosforito, ni más ni menos, auqnue suene cruel.

 Esta reflexión me viene porque hoy, mientras conducía por una carretera en obras, un obrero ha pasado a unos 30 cms de mi coche con una señal caminando. Y me ha venido a la cabeza el accidente múltiple de camiones y furgonetas ocurrido el pasado jueves en Domeliaga-San Millán, Araba, en el cual un conductor de furgoneta de 29 años falleció atropellado tras bajarse a ayudar en el accidente de en principio sólo chapa que se había visto envuelto. COmo el fallecido iba en una furgoneta nueva (UNa transit de un modelo que no lleva ni 6 meses en el mercado), no dudo que el fallecido iría con el chaleco, pues viene en la dotación de serie de la furgoneta. Muchas veces, esa mezcla de los nervios (caso de accidentes o averías en el vehículo) o confianza (estar acostumbrado a la obra), induce a adoptar pautas que poco dicen de la preocupación de la seguridad del afectado.

 Entonces, qué pasa por la cabeza de aquel que se pone el chaleco?? falsa seguridad de que como eres visible, tu accidente es totalmente evitable?? hay una diferencia de matiz entre «ser visible» y «que te vean». El chaleco te garantiza o primero, pero no lo segundo. Utilizando un símil, aunque lleves botas con suela de goma aislante, el enchufe sigue teniendo corriente. Y si metes los dedos, te puedes llevar calambre.

 Probad a observar lo que digo en estas líneas. Os llevareis una sorpresa bastante seria.

 Un saludo!!

Lothar

Autor: Lothar

1 idea en “McLeod y su chaleco

  1. Esto del chaleco en el primer año que echaron cuentas resulto que salvo una vida respecto al año pasado. Yo una vez casi atropello a uno bien visible y con chaleco y todo, normal, se me pone a dos metros fuera del arcen en medio de una curva y que quiere, pues que le atropelle que es lo normal en esos casos.

    Esto al final todos estos medios que se intentar poner para evitar muertes acaben chocando con la subnormalidad humana.

    Mal rollo les veo a todos estos intentos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *