Las personas optimistas tienen hasta un 15 por ciento menos de probabilidades de tener un accidente de tráfico que los conductores pesimistas, según Prevensis, una de las empresas premiadas este año por la Asociación Empresarial
del seguro (Unespa) por su iniciativa “Zen driving”.
De acuerdo con los estudios realizados por Prevensis, los sentimientos influyen en tres de cada cuatro accidentes y pueden llegar a aumentar o doblar la gravedad de los mismos, ya que las emociones son las que nos hacen creer que
nos dará tiempo a adelantar o a pasar un semáforo en ámbar.
Según el gerente de esta empresa, Jesús Gómez, «hay gente que con solo subirse al coche ya tiene un alto nivel de emociones y éstas pueden jugar una mala pasada al volante».