¿Cómo deben viajar los animales dentro del vehículo?

La ley no dice nada sobre los elementos de sujeción, pero sí sobre la «adecuada colocación» de las mascotas. En nuestro país hay unos cinco millones y medio de perros y unos cuatro millones de gatos que, se supone, en algún momento van en el coche con sus dueños.

Se puede interpretar

El Reglamento General de Circulación se refiere en numerosos artículos a los animales en la vía pública, y en su capítulo III, artículo 18, hace referencia a los animales cuando viajan dentro del automóvil. «El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos».

Un perro como un objeto

Como se ve, la ley equipara a los animales con los objetos, y no indica nada específico sobre elementos de sujeción para mascotas. Eso sí, como puede interpretarse que deben ir separados, es, por tanto, sancionable el que nuestra mascota viaje suelta y nos «interfiera». Se trataría de una falta por la que no se detraen puntos y que puede acarrear hasta 100 euros de sanción.

También se indica que los agentes encargados de la vigilancia del tráfico podrán ordenar la inmovilización inmediata de vehículos en caso de que las posibilidades de movimiento y el campo de visión del conductor resulten «sensible y peligrosamente reducidas» por el número de pasajeros o por la colocación de objetos o animales transportados.

Responsabilidad penal

Rizando mucho el rizo, incluso podrían aplicarnos el Código Penal por la muerte de una mascota, ya que en su artículo 337 se dice que «los que maltrataren con ensañamiento e injustificadamente a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales».

El peligro de llevarlos sueltos

Además de lo que dice la ley, cabe suponer que por nuestra propia seguridad y por el cariño que debemos profesar a nuestras mascotas, deberían ir debidamente sujetas.

La sujeción de las mascotas no solo está destinada a garantizar la seguridad del animal, sino también la de los pasajeros, tanto en caso de frenazos bruscos como de colisión. Según datos del Centro Zaragoza (un importante instituto de investigación), en una colisión frontal la deceleración que se produce multiplica el peso fácilmente por 20 ó 30 respecto a su valor original, en caso de un perro de unos 20 kilos de peso, aproximadamente, al golpear contra el asiento delantero lo haría con una fuerza equivalente al peso de un objeto de 600 kilos. Esto es un riesgo tremendo para el animal, claro, pero también para los demás pasajeros, además de que su brusco desplazamiento puede reducir o anular otros elementos de seguridad como cinturones o airbags.

Elementos de sujeción

La mayoría de los propietarios de mascotas tienen algún sistema de retención para ellas (un 81%) y, según un reciente estudio del RACE (junio, 2010), la mitad de los conductores afirma haber sufrido una situación de riesgo por culpa de un animal en la vía pública, aunque solo un 1% ha sufrido un accidente por culpa de su animal de compañía.

El club automovilista ha pedido que se regule el transporte de las mascotas en el interior del vehículo y que se homologuen los sistemas de retención, pensando en el espacio del vehículo y el tamaño del animal.

La mejor forma de llevar a una mascota

La manera más segura de llevar a un perro grande es en un transportín adecuado a su tamaño, en el maletero, colocado en sentido transversal, sujeto a ser posible y lo más cerca posible de los respaldos traseros. Es importante que no haya en su habitáculo otros objetos sueltos que puedan dañarle en caso de colisión.

Además hay que tener una rejilla divisoria entre el maletero y los asientos traseros, de suelo a techo, que sea suficientemente firme y estable, para evitar que, en caso de choque, se deformen los respaldos traseros, lo que supondría un grave riesgo para los ocupantes.

Los animales que viajan en el maletero no interfieren ni distraen al conductor.

La rejilla divisorias debe cumplir las normas DIN 75410-2 y estar bien montada. Si entre el portón trasero y la rejilla hay mucha distancia y el animal dispone de mucho espacio será más peligroso para él en caso de choque.

Animales pequeños

Los transportines para animales pequeños, si se colocan bien encajados en el suelo y no se desplazan, son más seguros que si se colocan sobre el asiento con cinturón de seguridad, que puede provocar desplazamientos en caso de colisión y dañar a la mascota o al resto de pasajeros.

Si un transportín va sujeto sobre el asiento trasero o delantero con el cinturón de seguridad de tres puntos, se transmitirán altas fuerzas a la caja en caso de choque, lo que puede provocar que se rompa, con el consiguiente riesgo para la mascota y los pasajeros.

Los arneses, incluso con tres puntos de anclaje, no suelen ser suficientemente seguros para la mascota, puesto que no la retienen bien en caso de colisión.

No obstante, siempre es mejor llevar cualquier elemento de sujeción, antes que llevarlo suelto, tanto por él como por el resto de pasajeros.

El respeto al animal viajero

– Nunca se debe llevar un animal suelto en el habitáculo: el 30% de los accidentes, según datos de la DGT, se producen por una distracción del conductor.
– No debe viajar en brazos del copiloto, porque supone una gran fuente de distracción para el conductor.
– Hay que acostumbrar al animal desde cachorro a viajar sujeto o aparte, siempre, sin excepciones.
– No permitirle sacar la cabeza por la ventanilla.
– Los elementos de retención de mascotas deben cumplir los requisitos de las normas ECE R17 o DIN 75410-2.
– Los arneses para los asientos traseros deberán tener un sistema de unión corto y estable para evitar que la mascota choque contra los asientos delanteros.
– La rejilla divisoria es lo mejor, siempre que cumpla con la normativa DIN 75410-2 y esté bien instalada.
– Hay que comprar elementos de retención adecuados al peso y tamaño del animal.
– Facilitemos que el animal viaje seguro, pero también cómodo.
– Evitemos colocar objetos junto al animal que, en caso de impacto, puedan chocar contra él.
– No utilizar correajes para sujetar a la mascota, ya que no la retienen y pueden causarle lesiones.
– Consultar con el veterinario antes del viaje, para prevenir mareos, conocer el estado del animal, etc.
– Hacer paradas frecuentes, al menos cada dos horas, y ofrecerle agua al animal, dejarle correr, desahogarse…
– Adecuar su alimentación al viaje y llevar su comida habitual para evitar problemas gástricos.
– Vigilar la temperatura del vehículo y tener en cuenta que los animales no ser refrigeran como las personas.
– No dejar a la mascota en el interior del vehículo con altas temperaturas.
– Atención al abrir las puertas para que salga el animal: cuidado con el riesgo para otros conductores o para la propia mascota.

Fuente: El Mejor Seguro de Coche

Autor: Otros
Noticias variadas de fuentes diversas, relacionadas con tráfico o seguridad vial, se cita enlace a noticia original.

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