Cientos de miles de multas en Cataluña, ilegales por la ausencia de verificación técnica obligatoria de 200 radares

Cientos de miles de multas por exceso de velocidad captadas por radares fijos del tipo Cirano en la Comunidad Autónoma de Cataluña son improcedentes por la falta de verificación técnica acreditada tras su revisión, según han denunciado a El Antirradar empleados de la empresa a la que se subcontrata su mantenimiento.

El fraude para los conductores (que ya ha sido denunciado ante la Dirección General de la Policía del Departamento de Interior del Generalitat de Catalunya) puede superar los 100 millones de euros, y para las arcas catalanas de alrededor de 100.000 euros por verificaciones técnicas facturadas y no realizadas en unos 200 cinemómetros fijos instalados en la red de carreteras catalans, cuya relación se detalla en este artículo. El adjudicatario del Contrato de Mantenimiento es la empresa Indra, que a su vez subcontrató a otras empresas para la realización de tareas de mantenimiento. El empleado de una de ellas, Globalec, es quien ha hecho llegar la información y quien ha formulado las pertinentes denuncias.

De acuerdo con la denuncia hecha llegar a El Antirradar, Globalec Mantenimiento Catalunya es una empresa subcontratada por Indra para realizar entre otras la reparación de los radares Cirano 500 de gran parte de la red vial catalana. Un empleado de esa empresa afirma que desea “denunciar ciertas prácticas que me obligan a hacer mis superiores y mi cliente Indra y las que llevo haciendo durante dos años por amenazas de despido y sanciones”.

La reparación de estos radares precisa, según el Contrato suscrito entre Indra y el Servei Catalá de Transit con fecha 20 de julio de 2010, que tengan que ser abiertos para realizar ajustes o cambiar piezas. Posteriormente, el Contrato obliga a que los radares sometidos a revisión hayan de pasar por el laboratorio de ensayos APPLUS+ con el objeto de que emita el certificado de conformidad de calibración y verifique que el equipo está dentro de los parámetros para los que fue diseñado. Precisamente para evitar que se puedan manipular los cinemómetros disponen de unos precintos de seguridad.

La cuestión clave es que en que las dos unidades que componen el radar Cirano 500 (la unidad de control, MCV, y el sentor se velocidad, CRA) pueden abrirse sin necesidad de tocar este precinto y por tanto no tener que pasar esa calibración, ahorrándose la empresa de mantenimiento el coste del informe favorable del organismo que acredite el correcto funcionamiento y calibración dentro de los márgenes legales. Es decir, la empresa que acredita que si pasamos por el radar a 100 por hora no nos llegue una denuncia por ir a 130.

Sucede que estos equipos suelen fallar con bastante frecuencia y la certificación cuesta alrededor de 500 €. ¿Cómo se los ahorra la empresa concesionaria del mantenimiento? Muy simple: se sustituyen piezas sin desprecintar los equipos y lógicamente sin que el Servei Català de Transit (SCT) lo sepa, ocultando los hechos en los presupuestos y evitando así que tengan que pasar por APPLUS+. Después, según el denunciante, “estas piezas se cobran en otros equipos que sí se desprecintan sumándolas a las que ya eran defectuosas y añadiendo más horas de las necesarias para su reparación”.

Alguna de las otras marcas de radares con las que trabaja el SCT tienen varios precintos que imposibilitan su acceso al interior sin romperlos previamente, y por ello los tienen que llevar a certificar después de reparar y esto hace que el tiempo entre que se repara, se testean y se certifican sea más lento que en los CIRANO 500, que se saltan este último paso de forma que están más días al año funcionando que el resto de marcas, dando la falsa imagen a SCT “de que nuestros equipos son más fiables que el resto de marcas cuando en realidad no es así”, afirma el denunciante.

Por supuesto, obran en nuestro poder pruebas de todo ello: “diagnósticos que me hacían firmar con el nombre del Ingeniero de Indra, presupuestos, correos electrónicos con personal de Indra, etcétera, en el que queda claro este tipo de prácticas».

La denuncia interpuesta ante la Dirección General de la Policía del Departamento de Interior del Gobierno catalán, con número de Diligencias 181425/2011, fechada el pasado 10 de marzo, manifiesta que la empresa Globalec “comete irregularidades en la reparación y mantenimiento de los radares, falseando datos y manipulando los precintos de seguridad de los mismos.” Se aportan como pruebas fotografías de los radares siendo intervenidos sin violar el precinto (las mismas presentes en esta información) y el Contrato de la empresa con el SCT (que también me ha sido enviado).

Mas información en fuente del artículo: ElAntiRadar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *