La gestión de Pere Navarro ha estado plagada de irregularidades y manipulaciones en la información sobre víctimas de accidentes, puntualmente denunciadas.
Las estadísticas de siniestralidad correspondientes al periodo de gestión de Pere Navarro deben ser auditadas y los resultados de dicha autoría, difundidos. En opinión de Dvuelta, entidad dedicada a la defensa de los conductores, resulta contradictorio que María Seguí, Directora General de Tráfico, anuncie nuevos procedimientos, más realistas, para la contabilización de las estadísticas de víctimas en accidentes de circulación pero, a la vez, dé por buenas la cifras publicadas hasta ahora.
Al menos en cuatro ocasiones en los últimos dos años, Dvuelta ha pedido que se auditen las estadísticas elaboradas por la DGT de Pere Navarro, después de constatar graves irregularidades en la información al respecto difundida por el organismo.
Destaca el “afeitado” de 365 víctimas mortales realizado en la serie estadística a principios de 2010, pero no son menos importantes el hecho de dejar fuera de las cifras a los fallecidos en travesías (pese a ser vías interurbanas vigiladas y controladas por la Guardia Civil de Tráfico), el cambio de criterio en la contabilización de los heridos graves para “suavizar” el coeficiente corrector utilizado para obtener cifras definitivas, o el eliminar fallecidos de la estadística diaria para ofrecer titulares en medios.
El caso más llamativo se produjo el pasado año, cuando un fallecido en accidente de motocicleta no se incorporó a la estadística para que Pere Navarro pudiera salir en los medios anunciando el hecho “histórico e inaudito” de que se habían encadenado dos días seguidos sin víctimas mortales en la carretera.
Resulta también muy llamativo el hecho de que en el año 2006, coincidiendo con la entrada en vigor del carné por puntos, se produjese el hecho insólito y no explicado de que los accidentes con víctimas crecieran un 10% y los fallecidos descendieran en un 7%. Nunca antes (ni después) en la historia de las estadísticas de siniestralidad se produjo tal circunstancia.
El invento de la “accidentalidad”
Todo ello, acompañado por la instauración del concepto de “accidentalidad”, en virtud del cual las cifras provisionales ofrecen sólo los accidentes con fallecidos, y únicamente, también, los heridos graves y/o leves producidos en dichos siniestros. Por poner un ejemplo, en el pasado Puente de la Constitución, la DGT anunció que se habían producido 13 heridos graves, cuando en realidad fueron 148.
Y esto, sin tener en cuenta el “movimiento” de fallecidos entre fechas cercanas para ofrecer descensos en las cifras de fallecidos en operaciones especiales de tráfico, como verano, Semana Santa, o puentes, o la discrecionalidad con se establecían los periodos temporales de comparación de un evento circulatorio con su correspondencia en el año anterior, siempre para anunciar descensos en el número de víctimas mortales.
Cada uno de los hechos mencionados merecería, en sí mismo, un severo análisis de las cifras manejadas en los últimos años. En su conjunto, representan la exigencia de una ciudadanía engañada con fines políticos.
Igualmente, Dvuelta reclama que se cuente la verdad acerca de los factores que influyen en los accidentes. La DGT de Pere Navarro gastó millones de euros de los contribuyentes en asegurar que “el 30% de las víctimas mortales se debe al exceso de velocidad”, cuando la realidad, contrastable a través de los datos del anuario de la propia DGT es que la velocidad excesiva aparece como factor concurrente en un 1,5% de los accidentes con víctimas. En opinión de Dvuelta, esta estrategia de manipulación informativa no tiene otro efecto que justificar el sembrado de radares en nuestras carreteras.
Dvuelta asimismo reclama que se instaure, de una vez por todas, un sistema de indicadores de siniestralidad que incluya los desplazamientos (como se hace en los principales países de nuestro entorno), que, de manera mucho más fiable, transmita la realidad de lo que pasa en nuestras en vías.
Dvuelta pide, en fin, que la siniestralidad vial deje de ser una mercancía política. Sólo así podrán establecerse, a medio y largo plazo, las condiciones para una mejora real de la seguridad en nuestras carreteras, a través del impulso a la formación y educación viales y del correcto mantenimiento de las infraestructuras.
Las auditorías ya no son suficientes. De ser ciertas estas informaciones, este personaje debería sentarse como acusado ante un tribunal de justicia.
Pero ya sabemos que en España la justicia brilla del todo por su ausencia…