Averías por los desplazamientos cortos de Semana Santa

Si por algo se caracterizan las vacaciones de Semana Santa es por las procesiones. Procesiones de cofradías, procesiones de coches…, pero, además de las procesiones, esta época del año es una de las de mayor concentración de desplazamientos cortos en el coche, lo cual supone un particular “calvario” para la mecánica. Si no se quiere padecer un auténtico “vía crucis” con el coche esta Semana Santa, conviene tener en cuenta estos consejos de Autocasion.com:

1.- Averías con el filtro anti partículas: los desplazamientos cortos (especialmente en Semana Santa, porque suele hacer frío todavía) no permiten que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento. Esto provoca dos efectos negativos para el filtro anti partículas. Por un lado, el motor frío emite más humos y combustiona peor, lo que produce más cenizas que taponan el filtro, y por otro, como no alcanza la temperatura necesaria para su regeneración, no puede hacer sus “autolimpiezas”. Así aumenta la probabilidad de tener una avería en el sistema FAP (o DPF). Para evitarlo, lo mejor es no hacer recorridos cortos con el coche. Si no queda más remedio, en cuanto se pueda, Autocasion.com recomienda hacer una pequeña escapada por alguna zona despejada de tráfico y llevar el coche con el motor algo alegre de revoluciones, las luces encendidas, la luneta térmica conectada y la calefacción y el aire acondicionado al máximo para que el sistema suba su temperatura y ayudar a que pueda hacer sus regeneraciones.

2.- Roturas de turbo y desgastes del motor: el aceite tarda en llegar a todos los rincones del motor, sobre todo cuando hace frío, porque su viscosidad es mayor y le cuesta más fluir. Es vital evitar aceleraciones bruscas o someter a mucha carga al motor durante los quince primeros minutos después de haber encendido el coche. Si se cuenta con Start & Stop, hay que desconectarlo para que suba más rápidamente la temperatura del motor y el aceite lubrique mejor. Esto es aún más importante en los coches con turbo.

3.- El aceite se degrada rápidamente: si queda poco tiempo para el siguiente cambio de aceite, es mejor adelantarlo a estas fechas. Los frecuentes arranques en frío se hacen con un exceso de combustible en los cilindros. Esto provoca que las paredes internas del motor se “laven” y se queden sin lubricación, con lo que contaminan el aceite y acortan su vida útil. Para no acabar con una avería grave en la mecánica, es mejor que, para afrontar estos recorridos cortos típicos de estas fechas, se haya cambiado el aceite previamente.

4.- Problemas con la batería: los frecuentes arranques (y las temperaturas bajas de esta época) hacen que la batería sufra. Como, además, no se mantiene el motor encendido mucho tiempo –y, por tanto, el alternador no puede recuperar del todo su carga-, es bastante probable que tengamos problemas con la batería. Si se ha notado que le cuesta arrancar o que la intensidad de la luz interior a veces baja sola, lo mejor, según Autocasion.com, es cambiar la batería antes del viaje. También es mejor desactivar el start & stop para no hacer sufrir demasiado este elemento.

Autor: Alvaro
Creador y administrador del grupo de webs de Portalvasco.com. Desde Septiembre del año 2006 escribiendo en este blog sobre aviso de radares, radares y cinemómetros, noticias sobre temas de tráfico, motor, seguridad en carretera, seguros, leyes, un poco sobre sociedad, actualidad y temas relacionados con informática, accesorios electrónicos e internet.

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