A partir del 22 de marzo, los niños menores de 12 años que viajen en bicicleta, tanto como conductores como pasajeros, deben llevar casco. El objetivo de esta medida aprobada por el gobierno francés es reducir la gravedad de las lesiones que pueden sufrir los niños en la cabeza y en la cara.
En caso de incumplimiento de esta obligación, los adultos que transporten a niños en su bicicleta o acompañen a niños desprotegidos pueden ser sancionados con una multa de 135 euros.
Según los datos del Observatorio Interministerial de la Seguridad en Carretera de Francia, de 2011 a 2015, 1178 niños menores de 12 años estuvieron involucrados en un accidente de bicicleta, falleciendo 26 niños. El 91% de estos accidentes se produjeron en vías urbanas.