10 consejos para mejorar la visibilidad al volante con lluvia

Cuando llueve es más complicado conducir. Se reduce la visibilidad y, además, se pierde adherencia por el asfalto mojado. En esas condiciones, debemos extremar la precaución porque aumenta el riesgo de sufrir un accidente.

La empresa Carglass ha elaborado un decálogo para mejorar la visibilidad al volante cuando llueve.

  • Mantén el parabrisas en buen estado, sin daños y limpio. Un cristal sucio por dentro se empaña con más facilidad con el frío y es más difícil de desempañar. También debemos cuidar las ventanillas laterales, ya que estas nos permiten ver a través de los retrovisores.
  • Lleva en buenas condiciones las escobillas de los limpiaparabrisas. De esta forma, podrán actuar sobre toda la superficie del cristal cuando activemos el limpiaparabrisas, sin dejar esas rayas y restos de agua que impiden la visión y pueden provocar deslumbramientos.
  • Utiliza una ventilación adecuada. Cuando llueve, los cristales tienden a empeñarse más rápido por las diferencias de temperatura y humedad. Lo más eficaz es usar la ventilación (dirigiendo el aire al parabrisas), con el aire acondicionado, la recirculación y la calefacción.
  • Enciende las luces de carretera para «ver y ser vistos». Nunca utilices las largas porque su reflejo sobre el asfalto mojado reduce la visibilidad. Cuando la situación sea muy complicada, podemos accionar los antiniebla traseros (no olvidemos apagarlos después para no molestar a los demás conductores y no recibirr una multa).
  • Ve pendiente de los charcos para evitar situaciones de acuaplanin y comprobar cuál es su agarre de la carretera. Un asfalto claro y liso que refleja como el cristal tiene menos agarre que uno oscuro y rugoso que no refleja la luz.
  • Aumenta la distancia de seguridad. De esta forma, nos llegará menos agua del vehículo que circula delante y, además, tendremos más tiempo de reacción ante un imprevisto.
  • Fíjate en las luces de los coches que van delante. Estos nos ayudan a saber por dónde va el camino y si hay situaciones que nos obligan a cerrar.
  • Para en un lugar seguro si la visibilidad se reduce hasta imposibilitar la conducción. Hasta llegar a ese punto, debemos extremar la precaución, fijándonos en las líneas de la carretera.
  • Circula atento a los vehículos próximos. Sobre todo, los camiones y los autobuses levantan grandes cantidades de agua al pasar por los charcos. Mucha precaución al adelantar o cruzarnos con ellos para saber qué va a pasar en esos instantes en los que podemos perder la visión. Debemos seguir con calma incluso cuando llega una de esas grandes salpicaduras que vienen por sorpresa (sobre todo cuando vienen en sentido contrario en autovía o autopistas), en las que podemos perder la visión. Tenemos que mantener la trayectoria y evitar frenazos bruscos. Todo pasará en un par de segundos.
  • Puedes aplicar al parabrisas un tratamiento repelente de lluvia para mejorar la agudeza visual, sobre todo para conducción nocturna.

Fuente: Prevencionar

 

Autor: Otros
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