Mi primo el terrorista

Otra guinda para comprobar el estado policial de represión “estúpida” a la cual la DGT en su afán de recaudación han sembrado de sus “cachorros” disfrazados algunos de Guardias Civiles, otros de policía autónoma, otros de policía municipal para desconcertar al ciudadano medio y sacarle su dinero de la manera mas vergonzosa.


Primeramente quiero decir que considero que las leyes se hicieron para el hombre, y no el hombre para las leyes, frase muy conocida históricamente que quiere significar que aunque la ley marca una serie de mandamientos de convivencia, como todo debe ser flexible, y no aplicarse de una manera rigurosa sin estudiar los atenuantes, ni las condiciones de lo mismo.

Pues el otro día, mi primo, el “terrorista de la carretera” me contó lo que le había acontecido el fin de semana pasado por un “cachorrillo” de la DGT, un niñato de poco mas de 18 años que por tener un uniforme de Guardia Civil pues valientemente va reprimiendo a todo lo que se ponga por delante, seguramente familiar o amigo de aquel policía que multó a un conductor por comerse un bollo en un semáforo, o le quiso quitar 3 puntos a un ciclista por ir escuchando música mientras iba de paseo por el retiro.

Mi primo es ese tipo de terrorista de la carretera como tú o como yo, padre de familia con 2 niños, con un 307 familiar, cuya mayor infracción de tráfico ha sido el parar un momento en doble fila en el portal de su casa mientras bajaba la sillita del niño para colocarla (sin chaleco reflectante, un autentico terrorista).

Iba mi primo el otro día por carretera, con su mujer, los 2 niños en sus sillitas reglamentarias y su suegra, cuando el “cachorro” de la DGT en cuestión le paró simplemente por la pinta de “terrorista” que debía llevar, está claro… Mi primo paró en el arcén y le preguntó el motivo de porque le había parado, el “cachorro” no le contestó y sin tan siquiera mirarle a la cara le pidió la documentación. Entonces mi primo le entregó la misma, cuando de repente le dice que esa documentación no correspondía con su coche… y era cierto, había cometido EL FATAL ERROR IMPERDONABLE de equivocarse al salir de casa de coger la documentación del otro cochecito que tienen, un corsa de octava mano, en vez de la del 307… el “cachorro” en cuestión le dice que le va a poner una multa de 70€ y que encima de gracias que no le quita puntos.

Mi primo ciertamente, algo indignado, le implora que por favor no le multase, ya que es jodido llegar a fin de mes para que encima por una capullada te quiten mas de 10.000 de las antiguas pesetas, pero ante tal petición el “cachorrillo” no solamente hace caso omiso al tema, sino que le somete al 3er grado… enséñeme el chaleco reflectante, los triángulos de emergencia, las luces de recambio… y menos mal que lo llevaba todo en regla. La cuestión es que mi primo le tuvieron parado casi media hora, llegó tarde a la comida donde iban, y encima le multaron.

Y claro, luego quieren que la gente no le tenga miedo a la Guardia Civil cuando entre sus filas tiene a estos “niñatos” infundiendo TERROR a la gente normal, porque durante esa media hora, en vez de estar breando a mi primo, podría haber estado vigilando a los verdaderos ASESINOS…

Moraleja, todos somos unos terroristas al volante… y pensar que aún hay gente que cree que vivimos en una democracia…

4 ideas en “Mi primo el terrorista

  1. hombre yo la documentacion la tengo en el coche.. pero bueno. tampoco veo tan mal ke le multen por no llevar la documentacion cuando de verdad no la llevaba…. 🙄

  2. Sobre las actuaciones de la policia de tráfico no hago ningún tipo de valoración dado que cada uno tiene la suya. Sobre la rigurosidad de la aplicación de las leyes quiero hacer una matizaciones desde el punto de legalidad. Tu primo cambió la documentación de los vehículos, y en el momento de la intervención no llevaba el permiso de circulación del vehículo que conducía, art. 26.1 R.G.V. 60 €, tampoco llevaría la tarjeta I.T.V. el mismo art. 60 €, sino llevaba la documentación tampoco el seguro, art. 3.1b R.D.Leg. 8/2004, 60 € más, total 180 €, creo que le pusieron 70 €. Cuando un agente te dice que gracias que no te quita ningún punto, con el debido respeto se le manda a hacer puñetas, en los boletines de denuncias de tráfico biene un recuadro donde figura los puntos que se retiran, por tanto si esa infracción no procede la retirada de ningún punto el agente dice misa. Y finalmente si se estaciona en doble fila, en el domicilio, estamos hablando de vías urbanas, por tanto según el art. 118.3, R.G.C. no es obligatorio el uso del chaleco.

  3. Buena historia, aunque la verdad, que tenga un poco más de cuidado,y revise bien la documentación que como están las cosas le podía haber caído un puro de narices. Sé de la madre de un amigo, con un golf antiguo, 50 y tantos años y 3 hijos hechos y derechos, viuda, y que buena persona y buena ciudadana, que llevó el coche al taller para arreglar un bollo o algo así. La cuestión es que le pusieron diferentes las placas de matrícula de delante con las de detrás por un número. Le pararon, y no veas, que se iban a llevar a toda la familia al calabozo, diciendo que el coche era robado, y que podían ser posibles terroristas, etc. un espectáculo, hasta que al final el guardia entró en razón, comprobaron los datos y gracias a su piedad, jajaja, los dejó en libertad

  4. Con la ley en la mano, mi primo no tiene nada que hacer, y si le multan bien multado esté…

    La moraleja que quería marcar es que los policías, no son máquinas de poner multas como los radares, son personas que tienen que saber en cada caso las circustancias, y pensar un poco en aplicar «la receta»… y hay de todo, porque yo me he encontrado con el guardia civil que te hace una seña desde la moto diciendote «que te veo que corres, frena un poquito» y aquí paz y después gloria, y el «cachorro de la DGT» que te para porque está aburrido y te pide hasta el número de homologación del triángulo de emergencia.

    Y la gente tiene miedo al guardia civil en carretera porque no lo ven como «una ayuda», lo ven como el Curro Jimenez de turno, salteador de carreteras, detrás de una piedra a ver si te puede pillar en un renuncio.

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