LA PRESENCIA COLONIAL EN EL SAHARA

 


 

Se puede hablar de presencia colonial en el Sáhara Occidental cuando a finales del siglo XIV y a principios del XV, portugueses y españoles desembarcan en la costa saharaui con el objetivo de hacerse con el control de la ruta comercial sahariana y del banco pesquero.

 

Los dos imperios ibéricos que, en aquellos tiempos se repartían el mundo, se enfrentaron a los saharauis hasta que en 1494 en el que se firma el tratado hispanoruso de Tordesillas por el que se otorga el derecho de conquista de los territorios comprendidos entre Bojador y Cabo Blanco a la monarquía española.

 

Durante los siglos XVIII y XIX son Inglaterra y España, las potencias que, a través de expediciones interiores y tratos con los nobles saharauis, se mantendrán constantes en la costa del territorio. Hasta mediados del XIX el interior está libre de la ocupación extranjera de forma permanente.

 

España, en el Congreso de Berlín de 1884-85, consigue la concesión del Saguiat el Hamra y Río de Oro como territorio a colonizar. En 1886 notables saharauis firman el Acta de Idjul con los expedicionarios españoles Cervera y Quiroga, para el establecimiento de factorías comerciales españolas en el territorio saharaui. Un año mas tarde harán lo mismo con el inglés Mackenzie.

 

El estado francés que, hasta entonces, ocupaba Mauritania, Argelia y Marruecos, no dejó de realizar expediciones para colonizar el territorio Saharaui, tropezando con resistencia por parte de los saharauis, ya que España inmersa en una crisis interna, dejó que fueran estos el principal foco de resistencia anticolonial en el norte de Africa, durante toda la primera parte del siglo XX. Destaca en esta lucha la figura de Ma el Aimin, que consiguió unir a las tribus saharauis en su enfrentamiento contra Francia, cuando estos tomaron Marruecos en 1909. La unión de las tribus saharauis obedeció a su identificación con el deseo común de expulsar al extranjero, no a una existencia de una conciencia nacional desarrollada.

 

Es entre 1900 y 1912 con la firma, entre los Estados francés y español , de varios acuerdos cuando se fijarán la frontera del Sahara Occidental.

 

Con la Segunda Guerra Mundial el resurgimiento del nacionalismo marroquí hace que el estado español adopte una serie de medidas administrativas entre las que destaca que, el territorio colonizado del Sahara Occidental pasará a depender de la autoridad de un gobernador militar español con plenos poderes políticos, militares y administrativos, siendo también el responsable de las plazas africanas.

 

En 1956 Marruecos consigue su independencia del poder francés. Esta situación general, entre la población saharaui, un movimiento de rebelión anticolonialista que se concreta  en la creación del Ejercito de Liberación del Sáhara Occidental y, la sublevación armada de 1958 en las provincia de Saguiat el Hamra y Río de Oro, y que, en un primer momento, desborda a los españoles, que unirán  sus tropas a Marruecos y Francia, desencadenando la llamada “Operación Ecouvillon”, en la que miles de saharauis resultaron muertos, expulsados o perseguidos, a la par que se eliminan el 85% de los recursos agrícolas y ganaderos  de los saharauis.

 

La administración española se ve obligada a revisar su actitud y convierte los territorios de Africa Occidental en provincias integradas en la administración estatal, pasando a depender del gobierno militar de Canarias y contando a nivel administrativo con un gobernador civil.

 

Con el descubrimiento de la existencia de fosfatos en Bu Craa, España admite una representación parlamentaria de seis diputados saharauis en las Cortes; crea administraciones locales y provinciales; nomina El Aioun, Smara, Dkhla y La Güera.

 

Entre 1960-1970 llevará a cabo una política de repoblación del territorio que incidirá en la sociedad saharaui notablemente. El cambio radical de pasar de una economía  nómada de pastoreo a la sedentarización, tiene como consecuencia inmediata la proletarización de la población y el contacto con las nuevas corrientes ideológicas que llegan de la mano de los movimientos anticolonialistas.

 

En estas circunstancias nace el Movimiento de Liberación Saharaui que, en junio de 1970, sale a la luz pública organizando  una concentración de denuncia contra las políticas colonialistas, al mismo tiempo que la administración española organiza un acto de adhesión a la Madre Patria. Cuando miles de saharauis asisten al llamamiento del Movimiento de Liberación, la legión española ametralla a la multitud, ocasionando miles de muertos y desaparecidos entre la población  desarmada. Entre los desaparecidos se encontraba el fundador de éste movimiento Mohamed Sidi Brahim Bassiri. Esta masacre ocurrió una década después de que la ONU recomendara a todas las potencia colonizadoras el inicio de procesos de descolonización de todos los pueblos del continente africano.

 

La persistencia del colonialismo franquista obliga al pueblo saharaui a recurrir a la lucha político-militar, para restablecer la libertad, la dignidad, la soberanía e independencia nacionales. Es el año 1973 y en este contesto nace el Frente Popular para la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, frente Polisario, dándose inicio a la lucha armada.