Como primera medida os vamos a transcribir un artículo de prensa, cuya fuente es oficial, con todos los datos para no tener que andar rebuscando. Posteriormente os ofreceremos nuestras conclusiones sobre cómo se ha desarrollado el año en Euskadi en términos de siniestralidad vial, qué valoración se está haciendo, etc. El País Vasco registró el año pasado 70 muertes por accidente de tráfico en vías interurbanas, frente a los 86 ocurridos el año anterior, lo que supone un descenso del 18,6%, según datos de la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco.
El balance recoge los accidentes mortales registrados por la Ertzaintza en vías interurbanas. Aunque en conjunto el País Vasco baja en accidentalidad mortal, Álava ha registrado los mismos fallecidos, frente al descenso de Bizkaia y Gipuzkoa.
Así, en Álava se han contabilizado 22 fallecimientos, 20 en Bizkaia, y 28 en Gipuzkoa. El número de accidentes mortales ha sido de 20 en Álava, 18 en Bizkaia y 25 en Gipuzkoa. Las carreteras con más siniestros mortales han resultado ser la N-I en Álava, con 7 accidentes y 7 muertos, y la autopista AP-68, con los mismos fallecidos. En Bizkaia, la N-634, también con 4 accidentes y 4 fallecidos; y en Gipuzkoa la autopista A-8, con 3 siniestros y 3 fallecidos, y la GI-2631, con los mismos fallecidos. En este balance no existe ningún siniestro en el que se hayan registrado más de dos víctimas mortales. Para el Departamento de Interior, este descenso obedece a los resultados de los Planes Estratégicos de Seguridad Vial, a través de los cuales se han llevado a cabo unas 300 actuaciones anuales de vigilancia, mejora de las infraestructuras o concienciación.
Todo ello, señalan desde Interior, se está traduciendo en la adopción de hábitos más seguros de los usuarios de la carretera en capítulos decisivos como la velocidad o el alcohol. En este sentido, el pasado 20 de diciembre el director de Tráfico del Gobierno Vasco, Andoni Arriola, explicó en el Parlamento que el 50% de los accidentes se producen por distracciones, pero que el 100% de los accidentes mortales se deben a la velocidad, por lo que reduciendo ésta se reducirán las muertes.
Según varios indicadores de la Dirección de Tráfico, la velocidad de los vehículos se está reduciendo entre diez y doce kilómetros por hora y en algunos puntos concretos los coches que superaban la velocidad máxima permitida se ha reducido hasta el 50%. Arriola también reconoció que las últimas medidas puestas en marcha para frenar la siniestralidad vial, como el carné por puntos, están surtiendo más efecto del esperado.
Arriola opinó que los resultados definitivos de la puesta en vigor del carné por puntos se verán a más largo plazo y que su valor vendrá dado por la conjunción con otras medidas, como cambiar hábitos individuales o mejorar las infraestructuras. El director de tráfico también reconoció el valor de la reforma del Código Penal, con la previsión de penas de cárcel para aquellos conductores que comentan graves infracciones de tráfico, unas medidas «dirigidas a los que se extralimitan» pero que, a su juicio, tienen un efecto «concienciador» para el conjunto de la sociedad, al igual que el carné por puntos.
Conclusiones de Antiradares Blog
La verdad es que a pesar de hablar de una realidad maquillada al estilo de España, estamos ante unos números muy buenos. Teniendo en cuenta la población de Euskadi, de 2.16 Millones de habitantes, lamentar 70 muertes es un ratio de 32.40 muertos por millon de habitantes. Sumando los fallecidos en los días posteriores y en vía urbana. La tasa queda cercana a los 55-60 muertos por millon de habitantes, lo cual es un número cercano a los países punteros en Europa, como son Países Bajos, Suecia y Reino Unido.
Desgranando por provincias, llama la atención que en Araba, con unos 300.000 habitantes, hayan tenido más fallecidos (22) que Bizkaia (20) con 1.1 Millones de habitantes. Aplicando los ratios en Bizkaia, obtenemos que tocan a 18 muertos por millon de habitantes, que es un ratio muy bajo. Por lo cual no comprendemos por qué los seguros de automóvil están más caros en bizkaia que en el resto del estado. Gipuzkoa es la provincia con mayor mortalidad ya que es la única que no tiene ciertas poblaciones importantes vertebradas por via de alta capacidad y los trazados tanto de A-8 como de N-I dejan mucho que desear. Con la ampliación de carriles de la A-8, la construcción completa de la AP-1 (Eibar-Gasteiz), la construcción del corredor Bergara-Beasain y el cinturón externo de Donosti, esos números podrán ser análogos a los de Bizkaia. Además, tanto por poder adquisitivo como por carencia de transporte público, en Gipuzkoa se usa bastante más el coche, que generalmente suele tener más capacidad de andar además. Los resultados de Araba se basan en dos factores importantes: 1: el gran volumen de tráfico pesado que circula por la A-68 y la N-I, y 2: por el escaso esfuerzo en conservación que ha hecho la Diputación Foral con Ramón Rabanera al cargo (hasta Julio), puesto que muchas carreteras se encuentran en estado penoso (cosa que de Bizkaia no se puede decir con tanta alegría) y los planes de vialidad invernal han vuelto a fallar, a pesar de no haber tenido un invierno especialmente duro.
Estamos notando que, con estos guarismos, se puede cumplir la Agenda 2009, que habla de reducir las muertes entre 2003 y 2009 a la mitad. Puesto que hace un par de años, los muertos en carreteras vascas tenian 3 cifras, lo que nos arroja un descenso global del 30% en un bienio. Buena parte de ello se debe a una política estable y contínua en el seno del Gobierno Vasco. Dotando de medios asistenciales de cierta calidad y evitando en lo posible que una asistencia tarde más de 15 minutos en llegar a cualquier punto del territorio vasco. La inversión en mantenimiento y carreteras está siendo bastante elevada, especialmante en Bizkaia y Gipuzkoa, lo que redunda en una mayor seguridad de los conductores. Por el contrario, la presencia policial con fines punitivos (y no disuasorios) ha aumentado considerablemente, con la equipación de más radares (y otros que vienen en camino), ejerciendo una labor meramente recaudadora. Celebrar eso sí, que se comiencen a efectuar test de drogas.
Así pues, Euskadi va por el buen camino en términos de siniestralidad vial. Pero esta labor se debe continuar, aunque no a costa de acosar y coaccionar a los conductores, sino en términos meramente educativos. La sociedad vasca a nivel de conductores está demostrando una madurez al volante digna de elogio. Aprenden a ser seguros conduciendo. Ya es hora de darles un poco de zanahoria, porque bastante palo han recibido ya.
Muy interesante, hacia tiempo que esperaba un artículo sobre siniestralidad en 2007 para poder seguir formándome la opinión acerca de la política del GV en materia de tráfico. Quiero puntualizar únicamente, que la alta siniestralidad de Álava, refiriendo me a la ratio por número de habitantes pueda deberse al efecto de ser una provincia de paso, y por tanto, la siniestralidad no venga dada siempre o mayormente por sus lugareños. Un saludo amigos.
Muy buen artículo, como siempre, del maestro Lothar. 🙂
hombre ke en vitoria apenas haya transporte publico con los pueblos de alrededor y el gran numero de vehiculos ke acuden todos los dias a trabajar desde bizkaia (almenos porke es lo ke yo veo todos los dias) a vitoria tb son datos importantes