¿Alguna vez os habéis preguntado cuál es el número total de víctimas en carretera en todo el mundo? Sinceramente, las cifras son escandalosas y dan muchísimo miedo. La OMS ha publicado un informe en que detalla que 1,3 millones de personas pierden la vida anualmente en la carretera y casi 50 millones sufren secuelas de por vida debido a ello. Más que habitantes hay en España.
Es tal el número de víctimas que esta es la novena causa de muerte en el mundo. La nula política de Seguridad Vial de países como Australia, Camboya, Etiopía, Indonesia, Kuwait, Malasia, México, Níger, Nigeria, Filipinas, Eslovenia, Sri Lanka, Uzbekistán y Vietnam, además del mal estado de las carreteras, el exceso de velocidad, no usar el casco ni el cinturón de seguridad, el alcohol y el exceso de carga arroja unas cifras espeluznantes.
¿Cuál es el porcentaje entre conductores de vehículos de cuatro ruedas, dos y peatones? Pues hablan de un 13% de peatones, 15% conductores o pasajeros de vehículos de cuatro ruedas y un 27% conductores o pasajeros de motocicletas. Y un 27% de 1,3 millones son 350.000 personas. Repito, es una barbaridad de gente.
La mayoría de las víctimas se encuentran entre los 15 y los 29 años pertenecientes a la clase media, que adquieren un vehículo influenciados por lo que ven en la televisión. Sin embargo, en sus países, no hay ni mejoras en las infraestructuras ni en la Educación Vial.
Con el fin de rebajar a estas cifras, la OMS ha propuesto a los fabricantes de vehículos que recauden dos dólares sobre el precio de venta para un fondo mundial con el fin de mejorar las políticas de educación. Con este sencillo gesto se podrían recaudar 150 millones de dólares (unos 105 millones de euros).
Pero esto sólo funciona si alguien de verdad controla el dinero cuando sea destinado a países en vía de desarrollo porque si no, acabará enriqueciendo a algún mandamás del país.
Fuente: Circula Seguro
La educación y enseñanza en todas las materias debería empezar por una sociedad que se crea esas propias reglas. Si uno va a Finlandia por ejemplo y se le ocurre tirar un papel al suelo será el centro de las miradas de todos los que alrededor están como si fuera un asesino, seguidamente alguno de estos se levantará, cogerá tu papel y lo tirará a la papelera, poniéndote la cara como un tomate, y para ello no hacen falta «radares de papeles», ni cientos de policías con la porra vigilando, es cultura, es educación y eso se aprende en las escuelas, en casa, en el trabajo… ¿Cómo le vas a decir a un hijo que no fume si el primero que se mete tres paquetes de tabaco es su padre? lo mismo pasa con la seguridad vial. Primero habría que poner unas reglas y leyes creíbles y no destinadas a lo que todos sabemos que están destinadas, y luego en los colegios, los propios padres, crear esa educación vial que tanto nos hace falta.
¿Como decirle al chaval de 18 años que no haga el gamberro si el primero que va dando concierto de pito es su padre? habrá aprendido desde pequeño que hay que meter el morro, tocar el claxon e insultar a todo lo que se mueva y se ponga por medio.
Así que la cultura del automóvil y de la seguridad vial no es cuestión de radares, represión y policía, es cuestión de educación y de normas justas, y dejar a la policía solo para aquellos energúmenos que, y siempre los habrá, se pasen todo por el forro.