El año comenzó con una guerra de precios, por parte de las grandes distribuidoras, en el litro de gasolina y diesel. Tras el anuncio del gobierno de la supresión del descuento de 20 centimos se ha empezado una guerra de precios que ha sido denunciada a la CNMV por parte de algunas asociaciones de pequeños operadores independientes. Los medios de comunicación anuncian que es un intento de sacar del mercado a las pequeñas gasolineras, personalmente no creo que el asunto vaya directamente a conseguir ese objetivo aunque desde luego que si va a ser una consecuencia.
Lo que está claro es que la guerra de precios empezada por las grandes, aparentemente con Repsol a la cabeza, va a perjudicar a las pequeñas, eso es indudable, pero yo mas bien lo veo como una consecuencia, que lógicamente no les viene mal a las grandes, mas que ser el objetivo de la medida. Los medios se vuelcan con la idea de que todo se reduce a que quieren obligar a cerrar a los pequeños, pero no necesariamente puede ir por ahí todo, mas bien yo lo veo como una adaptación al mercado por parte de las grandes operadoras, con mas margen de maniobra al ahora de ajustar precios.
Si nos remontamos años atrás en el negocio de las gasolinas digamos que todos vendian lo que querían y mas al precio que mas o menos les daba la gana. Como decia el chiste, las subidas llegaban a las gasolineras a la velocidad de un caballo de carreras y las bajadas llegaban a paso de tortuga reumática. Fueron buenos años, habia negocio para todos, nadie se fijaba en los pequeños operadores independientes de Repsol/Campsa/Petronor/BP… y, básicamente, el negocio para todos sobraba.
Ahora estamos en unos tiempos que las cosas van a cambiar, los precios han subido, no los vamos a ver a los precios de años anteriores, subida de precios a parte cada vez mas, debido a la crisis y a los problemas económicos, se va a coger menos el coche, mucha gente lleva tiempo rechazando o dejando trabajos que estén algo lejos, y en resumidas cuentas, el uso del coche se va a recortar. Recortar no implica que haya gente que no lo use todos los dias, eso seguirá habiendo mucha gente, pero los trayectos acabarán siendo mas cortos y con no tanta alegría en los trayectos diarios como antaño.
Por otra parte tenemos mas que claro la llegada del coche eléctrico, poco a poco hay gente que comienza a comprar un coche eléctrico, que cargará en casa, y no va a pisar la gasolinera (o electrolinera) salvo que esté de vacaciones o se le haya olvidado cargar en casa. Las gasolineras que instalan puntos de carga, o electrolineras dedicadas, el precio del kwh de carga rapida/ultrarapida no va a ser barato, pero esté el importe que esté, de lo que se trata con el coche eléctrico es de cargar en casa.
Llegado este punto, y que el negocio se va a ir recortando poco a poco, cada vez la tarta se va encogiendo y toca menos a repartir, las grandes distribuidoras no es que vayan a hundir a las pequeñas, o por lo menos hacerlo de una forma directa y como único objetivo, lo que buscan es simplemente lo que se hace en todo mercado cuando la tarta ya no va a dar para tanto.
Asi que para mi la situación a partir de ahora es clara, las operadoras van a fidelizar clientes, conseguir aumentar el porcentaje de clientes que siempre repostan en la misma gasolinera o cadena de gasolineras, y como siempre pasa en toda fidelización, eso es inevitable, los perjudicados serán las pequeñas empresas independientes.
Para finalizar tambien hay que tener en cuenta una cosa, ya de cara mas a futuro, el cliente que hoy reposta gasolina en una distribuidora X, y tiene su tarjeta o método de pago con descuento, mañana tendrá un coche eléctrico y cuando salga de vacaciones y tenga que recargar, si se le fideliza, buscará una gasolinera de la misma red en la que tendra sus puntos de recarga eléctrica.