El paro ha vuelto a subir en febrero, en 2.618 personas, aunque suben también las afiliaciones a la Seguridad Social. Una buena noticia, que se registre la histórica cifra media de 20,17 millones de afiliados, con un saldo positivo de 128.967 personas más. Sin embargo, “no podemos estar satisfechos con la calidad del trabajo. No podemos hablar únicamente de cantidad, ni en el paro ni en las afiliaciones”, matiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.
“La contratación sigue siendo precaria: solo un 41,03 % de los contratos indefinidos que se firman son de jornada completa. El resto se divide entre jornadas parciales y fijos discontinuos, con más peso de estos últimos. Y eso se refleja claramente en el modelo de afiliación a la Seguridad Social, que no ha cambiado”, expone Pérez.
Así, “la mayoría de las altas se dan el primer día del mes y los lunes. El último día del mes ha habido, de un plumazo, 92.541 bajas. Es decir, contratos o llamamientos por un mes. Pero, lo que es más sangrante, seguimos viendo cómo una gran parte de los temporales se quedan los viernes al sol: ningún viernes hay menos de 10.000 bajas en la Seguridad Social. ¿Dónde queda el descanso legal pagado tras cinco días de trabajo? ¿Cuánto pierde nuestro sistema por todas esas cotizaciones que no se abonan?”, analiza el secretario general de USO.
Joaquín Pérez insiste en que “han cambiado los nombres, pero no las prácticas. Mientras haya resquicios para contratar precariamente, se seguirá haciendo. No haber abordado el despido en la reforma laboral, haber consolidado el despido barato acordado en las anteriores reformas, permite que se siga jugando sin penalización con las altas y las bajas de días”.
Acabar de hacer la reforma laboral para cambiar las prácticas de contratación
El secretario general de USO, además, añade otra explicación a estos meses en los que sube el paro pero también la afiliación: “parte de esa nueva afiliación estable a la Seguridad Social procede de la contratación pública. Estamos ante la generación más numerosa de funcionarios, que están jubilándose mes a mes. Son clases pasivas que se retiran en Muface y reemplazos que se incorporan a la Seguridad Social. Reemplazos, todo hay que decirlo, en su mayoría interinos o temporales. Que la Administración no es mejor patrón que el sector privado”.
Por todo ello, Joaquín Pérez pide “acabar de hacer la reforma laboral. Que sea una reforma de verdad, que recupere las indemnizaciones por despido y que le retorne a la Autoridad Laboral sus competencias. Y apoyar al Cuerpo de Inspectores de Trabajo en sus reivindicaciones, tanto en sus propias condiciones laborales como, sobre todo, en contar con más plantilla. Solo así podrán atajarse los malabares para huir de la contratación indefinida… que de verdad sea indefinida”.