Hasta el mes de noviembre, se produjeron 78.683 accidentes de trabajo in itinere. Supone un incremento del 8,3 % con respecto al mismo periodo de 2022. De éstos, la mayoría fueron de carácter leve (77.686); 868, graves, y 129, tuvieron resultado de muerte. Los accidentes in itinere los sufren, mayoritariamente, las mujeres. Hasta noviembre, fueron un total de 42.366 mujeres, 3.791 más que el año anterior. Y la principal causa son los accidentes de tráfico.
El resto de variables analizadas en el ámbito de la siniestralidad y publicadas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social se contienen, con descensos moderados en algunos casos. Si bien es cierto que el aumento de los accidentes de trabajo in itinere deben constituir un objetivo primordial para las empresas. Éstas tienen que saber que el deber de protección eficaz no empieza y acaba con la entrada y salida de los centros de trabajo, sino que continúa más allá. Todos realizamos, a diario, desplazamientos más o menos largos desde nuestro domicilio al centro de trabajo, y viceversa, con lo que estos desplazamientos también tienen la consideración de riesgo laboral.
Por ello, desde USO exigimos que este riesgo sea tenido en cuenta e instamos a las empresas a diseñar planes de seguridad vial que, a través de acciones formativas y campañas de concienciación, consigan controlar este riesgo y reducir las cifras. Por otro lado, los delegados y delegadas de prevención pueden lanzar propuestas que ayuden al control de este riesgo y exigir que sea incluido en la evaluación para valorarlo y determinar las medidas preventivas correspondientes.
Recordamos a las personas trabajadoras, que están en todo su derecho a la hora de reclamar y exigir entornos de trabajo seguros a través de sus delegados y delegadas de Prevención o a través de las denuncias en Inspección de Trabajo.
La siniestralidad laboral se contiene
De enero a noviembre de 2023, el número de accidentes de trabajo con baja fue de 581.524 y el de sin baja, 523.067. Comparando las cifras con el mismo periodo del año anterior, los accidentes con baja experimentaron una disminución del 0,5 % y los accidentes sin baja un aumento del 0,4 %. Y un total de 664 personas trabajadoras murieron a causa de un accidente de trabajo.
Dentro de los accidentes con baja, se produjeron 502.841 en jornada de trabajo y 78.683 accidentes in itinere. La variación en relación al mismo periodo del año anterior se situó en el -1,8 % para los accidentes en jornada. De éstos, 3.484 accidentes fueron graves y 535 accidentes fueron mortales. Comparando estos datos con los del mismo periodo del año anterior, se produjeron 49 accidentes graves menos y 99 accidentes mortales menos.
El 71% de los accidentes en jornada con baja afectaron a varones y el 29% afectaron a mujeres. Los accidentes mortales en jornada se distribuyeron en 500 casos en varones y 35 en mujeres.
Entre las causas de accidente con baja en jornada se encuentran en primer lugar los “sobresfuerzos del sistema músculo esquelético”, con 154.249 accidentes. Y en el caso de los accidentes en jornada mortales, la mayoría se debe a “infartos y derrames cerebrales”. Por ello, desde USO reclamamos que la especialidad preventiva encargada de estas lesiones (ergonomía y psicosociología aplicada) tenga la misma presencia y relevancia en la gestión de la prevención. Sólo de esta manera conseguiremos una correcta identificación de los riesgos que nos permitirán localizarlos y determinar las medidas preventivas correspondientes para continuar bajando las cifras de siniestralidad.
Por último, también reiteramos nuestra exigencia de reforzar, a nivel normativo, la seguridad y salud laboral en los sectores que lideran las cifras de siniestralidad en España: industria manufacturera, construcción y comercio y reparación de vehículos, en el caso de los accidentes con baja en jornada; y construcción, transporte y almacenamiento y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, para los mortales.
