Existe una verdad que no se puede, ante la carga de infinidad de pruebas y muestra más que suficiente, discutir. Estamos ante unas administraciones públicas coautoras de los riesgos que los ciudadanos sufren a diario e incapaces de cumplir con el imperio de la ley al que están también sometidas. Este es uno de los miles y tristes ejemplos de esa realidad. Desde el departamento de seguridad vial de IMU, cansados, se denuncian formalmente los hechos por informe técnico.