En general, había mucho ambiente en la calle aprovechando que hacía buena temperatura (en realidad, hacía un calor de tres pares de cojones, pero bueno…). Gente paseando por todos lados y bares y restaurantes con mucha actividad. La guerra sigue, pero la gente intenta disfrutar en la medida de lo posible yendo a eventos, al teatro, quedando con amigos y conocidos, etc.
Como comenté, cuando yo estuve no sonó la sirena a través de los altavoces en la calle como al principio de la guerra, sino que te mandan notificaciones al móvil ya que fueron avisos «menores». Quizá el sonido más característico de la «normalidad actual» en Kyiv es el sonido de los generadores que casi todos las tiendas tienen justo a la entrada para poder seguir funcionando cuando cortan la luz. Me atrevería a decir que el 95% de los sitios que conocía en 2022 antes de la guerra están funcionando a día de hoy.
Como es de esperar, en la calle ya prácticamente solo se escucha ucraniano. En 2021-2022 antes de la guerra, perfectamente podría ser 80% ruso, 20% ucraniano.
Los precios de los productos han pegado una buena subida, especialmente las marcas más «premium», las marcas más básicas han subido, pero bastante menos. No hablé con mucha gente, pero en general parece que salvo los jubilados y los que tienen trabajos precarios, el resto puede seguir viviendo normal, pero ahorran menos.
Autor: Anónimo