Los afectados por los motores defectuosos fabricados por Stellantis -los Puretech- están consiguiendo dar el brazo a torcer a la multinacional. AFESTEL, la entidad que reúne a casi nueve mil usuarios afectados, ha conseguido -sólo desde el mes de marzo- más de 170.000 euros en reembolsos mediante negociaciones extrajudiciales. Y la previsión es que en las próximas semanas se alcancen los 2,5 millones de euros. Cantidades ambas que representan sólo el inicio de lo que puede llegar a ser un elevadísimo montante en indemnizaciones, teniendo en cuenta los cientos de miles de perjudicados.
Estos reembolsos suponen para muchas personas salir del infierno que han vivido durante años con sus vehículos. Han tenido que asumir importantes costes de reparación ante el abandono de responsabilidades por parte del fabricante de los motores que, a día de hoy, se empecina en no reconocer que el problema de los Puretech es un defecto de fabricación.
Marimar, de Bilbao, es una de las beneficiadas de estos rembolsos. Después de pasar por el taller y de las llamadas infructuosas al servicio de atención al cliente, los mecánicos de su servicio de confianza le dijeron que tuviese cuidado con el aceite. Meses después le cambiaron la correa de distribución y dos meses más tarde su vehiculo empezó otra vez a dar problemas: “el 4 de enero, en plena autopista y lloviendo a cántaros el coche empieza a hacer cosas raras, a trompicones pude meterme en un área de servicio, hubiese podido tener un accidente muy gordo”.
En el concesionario Citroën le dijeron que se había roto el motor y que era necesario cambiarlo. El presupuesto era de 10.000 euros: “llamé a atención al cliente explicando el problema, me contestaron que lo iban a estudiar y que hablarían con el taller”. Después de mucha espera, le llegó una carta comunicándole que le abonarían el 60% de la reparación. “Les dije que no, que el coche no llegaba a los 70.000 km y no aceptaba que sólo pagaran ese porcentaje. En un coche de 16.000 euros, no te puedes gastar 10 mil.”
Con el vehículo inmovilizado en el taller, Marimar comprobó a traves de las redes sociales que su caso era idéntico a miles de otros y que AFESTEL estaba representando a los usuarios asociados para reclamar las indemnizaciones. Inició la tramitación de la demanda de conciliación y hace pocas semanas recibió la carta donde le informan que la compañía ha aceptado hacerse cargo del 100% de la avería: “Llevo 500 km de prueba (con el nuevo motor), estoy feliz, es como si me hubiese tocado la lotería, así lo siento, me habéis solucionado el problema.”
No obstante, el presidente de AFESTEL, Yerba Luca de Tena, considera que, si bien en casos como este se ha avanzado, no es suficiente: “la verdad es que me gustaría que se le obligase a Stellantis a dejar de vender coches con estos motores”.
Mientras tanto, AFESTEL continúa en su tarea de presión judicial. Son cerca de 250 las demandas presentadas ante los juzgados de la ciudad de Vigo, donde Stellantis tiene una de sus sedes.
Los representantes de los afectados y sus abogados son optimistas y confían en llegar a un acuerdo satisfactorio, a pesar de que la empresa ignora las comunicaciones judiciales y no se presenta a las conciliaciones.
El fallo de estos motores afecta a más de 750.000 vehículos en España, más de 4 millones en toda Europa.
La Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL) representa a día de hoy a más de 8.500 afectados, dispuestos a llegar a los juzgados para defender su derecho a una indemnización, conscientes de que la única manera de obligar a la compañía a buscar una solución que compense la pérdida económica es actuar de manera colectiva.
Las personas afectadas por este fallo de motor que deseen más información pueden acceder a la web de la plataforma de afectados.