La 7ª Semana Social Europea ha arrancado en Milán con las ponencias sobre los “Caminos para salir de la crisis social en Europa” y “¿Hacia dónde evoluciona la Europa social?”, en el marco de unas jornadas organizadas por el Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores, EZA, y que llevan por título “Solidaridad, subsidiariedad, interés público”, las direcciones en las que deben girar las políticas europeas para reencontrarse con los ciudadanos.
USO está representado en el Seminario por la secretaria de Igualdad y Formación Sindical, Dulce María Moreno, quien hoy tendrá una ponencia sobre Diálogo Social, y por la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales, Laura Estévez. A las jornadas acuden más de cien delegados de 21 países diferentes.
El hilo conductor de la primera sesión han sido los desafíos que acucian a la Unión Europea, como la digitalización, el cambio climático, los cambios en los modelos de Seguridad Social y cobertura social, la demografía, la desconexión y conciliación, o el auge de los nacional-populismos. Según los ponentes, mayo, con unas elecciones europeas en las que por primera vez la población se va a preocupar de quién la representa en Bruselas, es una fecha clave para decidir si rompemos un camino que trata de converger en un bien común o se buscan respuestas simples y cortoplacistas para una gran encrucijada que hay que resolver con soluciones complejas y elaboradas.
“La dirección que todos consideramos la correcta es aquella que pone a la persona, a su dignidad como ser humano y trabajador, en el centro de todas las políticas. Los ponentes, algunos de ellos figuras importantes de la política comunitaria en los últimos años, están de acuerdo en que las instituciones europeas no han estado a la altura en algunas fases de la crisis y han resuelto problemas acuciantes con políticas lentas, alejando la confianza de los ciudadanos. Pero también asumimos todos que, sin una apuesta por la Europa social, con un giro en sus decisiones que la haga garante del bienestar de todos, seguirán creciendo las desigualdades en Europa, como lo han hecho durante estos años”, analiza Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.
“En un marco como el que estamos viviendo, con un porcentaje de euroescépticos en el arco parlamentario que parece ir en aumento y el primer país en abandonar el proyecto común, ha sido precisamente la falta de acuerdo comunitario en políticas cruciales como la fiscal o la migratoria la que ha hecho crecer una animadversión hacia Bruselas que se puede volver contra todos. Dilapidar las garantías de la concertación social no es el camino, sino virar el timón de la Unión hacia los trabajadores y no hacia los acuerdos económicos”, continúa Laura Estévez.
“Estas jornadas también abren una ventana de esperanza en lo que respecta a la juventud. Son precisamente los más jóvenes los que no entienden de una Europa sin fronteras y no parecen dispuestos a renunciar a ella y al proyecto común. Se ha hablado de movilizaciones presentes y futuras de la juventud con una definición muy clara de su posición con respecto a la Unión: la juventud es crítica, pero no escéptica, y está en el propio espíritu de la juventud ser crítico y obligar a cambiar la dirección incorrecta que en algunos aspectos se ha seguido en la Unión”, matiza Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.