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Junio - Julio 2002

 

Diario Médico  3.6.02 

La alfa-sinucleína está implicada en la destrucción nerviosa 

 

La enfermedad de Parkinson es una de las patologías neurológicas más comunes. Se produce por un deterioro progresivo de las vías nerviosas de la parte del cerebro que controla los movimientos, concretamente en las zonas que contienen dopamina, pero los científicos no saben cómo o porqué esos nervios son los afectados. El equipo de Bruce Yankner, del Hospital Infantil de Boston, en Massachusetts, ha demostrado que una proteína que se encuentra de forma abundante en el cerebro, la alfa-sinucleína, puede ser la responsable de la destrucción nerviosa en la enfermedad de Parkinson, según se recoge en un estudio que publica "Nature Medicine" en su edición de junio.

 

Se ha descubierto que, cuando se combina con la dopamina de las neuronas, la alfa-sinucleína activa la producción de las moléculas de oxígeno reactivo tóxico que elimina las vías nerviosas a través de la apoptosis. Sin embargo, cuando las neuronas no contienen dopamina, la alfa-sinucleína las protege frente al daño oxidativo. El mejor conocimiento de cómo se produce el daño puede preparar el terreno para las potenciales terapias de la enfermedad.

 

Tratamiento

 

En esta línea, otro estudio que se publica en el número de junio de "Nature Neuroscience" indica que el reemplazo de las neuronas dopaminérgicas que están dañadas por el Parkinson con un trasplante de células puede mejorar los síntomas. Olle Lindvall, del Centro de Neurociencia Wallenberg, de la Universidad de Lund, en Suecia, ha demostrado que el alivio de los síntomas no se correlaciona con la severidad de los desórdenes del movimiento después de cada trasplante, lo que sugiere que puede ser posible prevenir el desarrollo de efectos adversos mientras se mantienen los efectos deseados del tratamiento.

 

Los autores han confirmado que los trasplantes dopaminérgicos aumentan la severidad de los desórdenes del movimiento. En la mayoría de los casos, los problemas del movimiento son moderados y provocan un pequeño estrés, pero uno de cada 14 pacientes en el estudio presentaba problemas por los efectos adversos del trasplante. Los pacientes cuyas neuronas dopaminérgicas presentaban un mayor daño eran los que sufrían más problemas del movimiento después del trasplante. Los autores del estudio concluyen que sus hallazgos no proporcionan evidencia de que los efectos adversos no deberían frenar los esfuerzos futuros centrados en el trasplante de células como tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Es más, deberían potenciar más investigaciones que intentaran frenar la acción de los efectos adversos de la terapia del trasplante.

 

(Nature Medicine 2002; 8: 600-606).

 

(Nature Neuroscience 2002, DOI: 10.1038/nn 863).

 

Fallos genéticos

 

El equipo de Desmond Smith, de la Universidad de California, en Los Angeles, ha desarrollado un nuevo método para reflejar cómo miles de genes cometen fallos al expresar proteínas en un modelo de ratón con la enfermedad de Parkinson, según un estudio que se publica este mes en la revista "Genome Research".

 

El método, denominado en inglés vaxelation, implica cortar el cerebro en cubos utilizando tecnología de chips de ADN y reconstruirlo teniendo en cuenta los modelos de expresión genética en imágenes tridimensionales. El sistema ha identificado los genes que tienen un papel anormal en la función cerebral, con lo que se puede emplear para varias enfermedades.

 

 

 

Diario Medico 21.6.02

 

El injerto de células madre embrionarias de ratones reduce los síntomas del Parkinso

 

Las células madre embrionarias de ratón transformadas en neuronas en el laboratorio y trasplantadas a un modelo murino con Parkinson forman conexiones funcionales y reducen los síntomas de la enfermedad, según las conclusiones de un estudio dirigido por Ronald McKay, del Instituto Nacional de Ictus y Enfermedades Neurológicas de Bethesda, que se publica hoy en una edición adelantada de "Nature".

 

Los investigadores han añadido el gen Nurr1 a las células madre embrionarias de ratón cultivadas y las han expuesto a una serie de factores de crecimiento para que se diferencien en células neuronales.

 

El gen Nurr1 ayuda a las células precursoras neuronales a diferenciarse o cambiar a neuronas que producen dopamina. Para valorar si las neuronas derivadas de las células madre embrionarias podrían sobrevivir y funcionar en los animales, los investigadores las trasplantaron en ratas que no tenían células productoras de dopamina en un hemisferio cerebral. Esas ratas sólo presentaban síntomas parkinsonianos en un lado del cuerpo. Un grupo similar de animales recibió trasplante de células madre sin el gen Nurr1 y otro grupo placebo.

 

Funcionalidad

 

Se constató que las células injertadas establecieron conexiones funcionales en las células cerebrales contiguas y empezaron a liberar dopamina. Las ratas que recibieron células con Nurr1 positivo mostraron una mejoría significativa en los síntomas del Parkinson cuando se llevaron a cabo los test de comportamiento. Los animales a los que se les implantaron células sin el gen Nurr1 tuvieron cierta mejora en sus síntomas.

 

El equipo de McKay ha utilizado un sistema que permite manipular las células en cada punto hasta que se trasplantan. "Podemos controlar cada paso de la diferenciación y ahora sabemos que podemos empezar teniendo células madre embrionarias y terminar con neuronas dopaminérgicas".

 

De todos modos, el mismo efecto parece derivarse del empleo de células madre adultas, como se ha visto inyectando células de sangre de cordón umbilical. Este trabajo en ratas llevado a cabo por el equipo de Paul R. Sanberg, de la Universidad del Sur de Florida, muestra que se mejora la función neurológica y motora de las rataslesionadas a las que se han inyectado células de cordón umbilical. Los resultados, publicados en la revista "Cell Trasplantation", son similares a los beneficios logrados con células de cordón umbilical en ratas con ictus.

   

Nature 2002; doi: 10.1038/nature00900)

 

 

 

Diario Medico 24.6.02

 

El Parkinson se manifiesta con una depresión en el 40% de los casos

 

La Fundación Neurociencias y Envejecimiento ha organizado una jornada en el Hospital Doce de Octubre, de Madrid, en las que se han abordado distintos aspectos de algunas de las enfermedades neurológicas de mayor prevalencia. En el caso del Parkinson, el organizador de las jornadas, el neurólogo José Antonio Molina, ha señalado que en un 40 por ciento de los casos el primer síntoma que aparece es la depresión.  

 

La enfermedad de Parkinson se manifiesta con una depresión en el 40 por ciento de los casos, según ha estimado José Antonio Molina, neurólogo del Hospital Doce de Octubre, de Madrid, que ha resaltado la importancia de "identificar la enfermedad ante cualquiera de sus síntomas; no sólo por el temblor, sino también ante otros rasgos definitorios como la torpeza o discinesia".

 

Para Molina, coordinador de la Jornada sobre Causas y Tratamiento de Diversas Enfermedades Neurológicas, organizada por la Fundación Neurociencias y Envejecimiento en el Hospital Doce de Octubre, de Madrid, "hoy en día la enfermedad de Parkinson sigue diagnosticándose tal y como sugería James Parkinson a principios del siglo XIX, a través de la observación clínica; de ahí la importancia de conocer e identificar los síntomas que la caracterizan". Aunque la tomografía por emisión de positrones (PET) es el único adelanto tecnológico que permite hacer un diagnóstico presintomático de la enfermedad, "apenas se utiliza en la clínica diaria, debido a su alto coste", ha matizado Molina.

 

Sin embargo, en otras áreas, como el conocimiento de los orígenes de la patología o su tratamiento, la investigación en la enfermedad de Parkinson sí ha aportado sustanciosas novedades: "Hoy por hoy se admite que, al menos en los Parkinson juveniles, existe un componente genético que actúa en consonancia con determinados factores ambientales que aceleran el envejecimiento de determinados grupos celulares".

 

Dentro del desconocimiento parcial de la etiología de la enfermedad, su tratamiento ha avanzado notablemente desde que hace ya más de 30 años se introdujera la levodopa: "Han aparecido otros fármacos como los antagonistas dopaminérgicos o la selegilina, la única capaz de modificar la progresión. A éstos se unen la cirugía o la estimulación celular profunda con marcapasos", ha comentado Molina, que ha adelantado que "en breve van a aparecer en el mercado español dos nuevos fármacos: la cabergolina, un agonista D2 que permitirá la ingesta de una única pastilla diaria, y la apomorfina, distribuida en una especie de bolígrafos, similares a los de la insulina, que se podrá utilizar puntualmente cuando el paciente se quede bloqueado".

 

A pesar de las novedades, el neurólogo del Doce de Octubre ha hecho hincapié en que todos los tratamientos existentes "siguen teniendo un carácter paliativo, por lo que ninguno, salvo la selegilina, consigue variar la progresión natural de la enfermedad". Sin embargo, Molina considera que, "aunque no se conozcan las causas ni cómo detener la progresión, un enfermo bien tratado puede vivir con muy buena calidad de vida al menos los diez años siguientes al diagnóstico".

 

El Parkinson ha sido una de las enfermedades, junto a la esclerosis múltiple, las enfermedades cerebrovasculares y la enfermedad de Alzheimer y demencias, que se han abordado en el transcurso de las jornadas.

 

 

 

Diario Medico  24 de julio de 2002 

 

Mutaciones en el Park2 en Parkinson esporádico

 

La presencia de una mutación en un único alelo del gen de la parkina (Park2) podría ser un factor de riesgo genético para la presentación del Parkinson ante determinadas agresiones ambientales o con el envejecimiento, ha asegurado Janet Hoenicka, del Banco de Tejidos para Investigaciones Neurológicas.

 

Los resultados de la investigación que se ha publicado en  "Archives of Neurology" demuestran que los genes Park 1 y Park5 no están asociados a la enfermedad de Parkinson en España. Sin embargo, el gen Park2 está muy implicado con la forma familiar de la enfermedad en los casos precoces y también en los casos esporádicos. "Hemos encontrado ciertas evidencias de que ser portador de una lesión en el gen de la parkina podría ser un factor de riesgo para la forma esporádica de la enfermedad de Parkinson", ha explicado la profesora Janet Hoenicka, de la Unidad de Diagnóstico Molecular del Banco de Tejidos para Investigaciones Neurológicas de Madrid.

 

Este equipo de expertos, en el que también han participado los Servicios de Neurología del Hospital Universitario San Cecilio, de Granada, del Príncipe de Asturias, de Acalá de Henares, del Hospital Severo Ochoa, de Leganés, del Ramón y Cajal, de Madrid, del Marqués de Valdecillla, de Santander, y de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid,  ha realizado un análisis molecular de 19 familias españolas con enfermedad de Parkinson: 13  con forma recesiva, 4 con dominante y dos con una variante que no se puede definir.

 

Tres genes

 

El estudio ha valorado molecularmente los tres genes que están implicados en la enfermedad: dos asociados a formas dominantes (Park1 y Park5) y otro, el gen de la parkina (Park2), en donde se han encontrado lesiones en el 50 por ciento de las familias con un patrón autosómico  recesivo. Según la coordinadora, las mutaciones en el gen Park2 se encuentran en cualquier grupo étnico con Parkinson precoz. "Nosotros lo hemos incluido en el diagnóstico de pacientes con enfermedad de Parkinson precoz".

 

Las mutaciones en el gen Park2 constituyen el 38 por ciento de los casos con enfermedad de Parkinson en España. La investigación ha localizado dos casos portadores de una mutación  Park2 heterozigótica simple que desarrollan síntomas clínicos, incluso en las etapas adultas o después de una leve exposición a agentes parkinsonizantes.

 

Los investigadores consideran que la enfermedad de Parkinson hereditaria posee un fenotipo clínico más variable y contiene más defectos moleculares que los que se habían pensado con anterioridad.

 

"Hemos descrito un caso de un individuo con una única mutación en Park2 que ha desarrollado Parkinson con la edad y otro de un sujeto que con una sola mutación puede desarrollar la patología al someterse a tratamiento farmacológico".

 

La experta reconoce que, aunque es un gen que en principio debe estar mutado en ambos alelos para que se desarrolle la enfermedad, "la presencia de una mutación en un único alelo del Park2 podría ser un factor de riesgo genético para la presentación de la enfermedad de Parkinson ante determinadas agresiones ambientales o con el envejecimiento". Ha recordado que el concepto de factor de riesgo genético obliga a la existencia de otros factores de riesgo genéticos y ambientales.

 

Nuevos datos

 

Este equipo se encuentra actualmente seleccionando pacientes con Parkinson inducido por  fármacos con el objetivo de analizar qué alelos tienen del gen de la parkina y de otros genes.  Asimismo, se están investigando familias españolas sin mutaciones en el gen Park2, pero sí en otro gen localizado en el cromosoma 1. "Identificado recientemente su locus, sabemos que hay algunas familias en las que la lesión se localiza en dicho locus, aunque no hemos identifi.........eñalado la coordinadora.

 

Diagnóstico molecular

 

La Unidad de Diagnóstico Molecular del Banco de Tejidos para Investigaciones Neurológicas ofrece la posibilidad de realizar un diagnóstico molecular en las familias con presentación  temprana de la enfermedad de Parkinson de forma gratuita. "Siempre advertimos de que no se puede asegurar que se va a poder obtener un hallazgo positivo con una certeza del 100 por cien.....ciados con la enfermedad", ha asegurado Janet Hoenicka, de la Unidad de Diagnóstico Molecular del Banco de Tejidos para Investigaciones Neurológicas, de Madrid.

 

No obstante, en el caso de las familias de presentación temprana se sabe que al menos el 50 por ciento de las familias en España tienen mutaciones en la parkina y otra grupo puede sufrir alteraciones en el gen localizado en el cromosoma 1. "Cuando se haya identificado dicho gen, es posible que podamos hablar de un diagnóstico molecular más sólido en el sentido de ofrecer una respuesta más específica".

 

Con este método se pueden detectar los pacientes asintomáticos. "Siempre se realiza con el consentimiento informado del paciente, ya que se advierte que se va a analizar el ADN

 

 

 

Diario medico  24 de julio de 2002 

 

Un nuevo injerto de células extraadrenales consigue buenos resultados en el Parkinson

 

Un grupo de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla ha obtenido buenos resultados en relación con un nuevo tratamiento quirúrgico para el Parkinson al lograr  "mejoras significativas" en los ensayos iniciales en ratas. Emilio Fernández Espejo, director del grupo de Neurobiología de Opiáceos y Aminas Biógenas que ha emprendido este proyecto, ha explicado que la nueva técnica consiste en introducir en la zona cerebral dañada un tipo de células que detienen y reducen la lesión de los tejidos que acompañan al proceso degenerativo

del Parkinson.

 

En concreto, se trata de trasplantar células extraadrenales del paraganglio de Zuckerland del propio paciente que segregan unas sustancias denominadas factores tróficos. Estas sustancias son capaces de mantener la supervivencia de las células cerebrales e incluso de regenerar el tejido nigroestrial, cuyo deterioro afecta principalmente a la función motora del.

 

Según Fernández Espejo, estas sustancias "no se pueden ingerir ni inyectar, por lo que la única solución es el trasplante. La razón es que hay que aplicarlas directamente en el núcleo del encéfalo, también llamado sustancia negra. Esta línea de estudio se inició en 1998 y, posteriormente, se han desarrollado los ensayos en ratas.

 

El grupo ha comprobado que aproximadamente el 13 por ciento de las células trasplantadas en las ratas ha sobrevivido, logrando además regenerar el tejido del núcleo estriado, zona cerebral que participa en el control del movimiento y principal afectada por el Parkinson. "Creemos que esta nueva intervención quirúrgica es una alternativa de trasplante, ya que nuestras investigaciones han proporcionado resultados positivos, teniendo en cuenta que los efectos del Parkinson en ratas son muy similares a los de los seres humanos y que el grado de mejoría de éstas fue muy significativo".

 

La técnica ofrece dos ventajas añadidas: se trata de autotrasplantes, dado que las células extraadrenales se obtendrían del propio paciente, lo que elimina los riesgos de rechazo. "Además, no hemos observado a largo plazo ningún efecto secundario en las ratas de ensayo". Fernández Espejo ha adelantado su intención de comenzar los ensayos en primates, animales que tienen, al igual que el ser humano, dos paraganglios de Zuckerland, para pasar a los ensayos con humanos dentro de un año si los resultados son positivos.

 

Opciones

 

El trasplante de células extraadrenales del paraganglio de Zuckerland sería una alternativa alo quirúrgico que se aplica actualmente en la mayoría de los hospitales y que consiste en lesionar una serie de centros en el cerebro a través de un electroestimulador. También es una opción a los injertos de células dopaminérgicas, que son principalmente fetales. Las células dopaminérgicas se introducen en el estriado para que liberen dopamina, la misma sustancia que pierden las neuronas dañadas por el Parkinson y cuya función es activar las neuronas que

regulan sobre todo el movimiento.

   

Según Emilio Férnandez Espejo, "esta línea está muy en entredicho actualmente porque al no poder controlar la liberación de dopamina existe el riesgo de que se libere en exceso y, por tanto, también se produzcan en el paciente alteraciones motoras incontroladas". Asimismo, el trasplante de estas células -fetales o adrenales- no procedería de los propios pacientes, "por lo que también existe un riesgo de rechazo". En cualquier caso, ha advertido de que las intervenciones quirúrgicas en el Parkinson únicamente deben realizarse cuando la terapia   farmacológica deja de ser efectiva.  

 

 

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