La contaminación mata anualmente en España a 2.683 personas, según se desprende de un estudio realizado por el Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Salud Pública del Instituto Carlos III de Salud. El objetivo era cuantificar la mortalidad diaria asociada con la contaminación de partículas en suspensión (PM) en las comunidades autónomas.
La investigación estima que en una década fallecieron 2.963 personas en Oviedo, con una media de 296 muertes al año. Se trata del mayor dato del país, tras San Sebastián y Madrid. Según destaca Julio Díaz, jefe del Departamento de Epidemiología del centro, «el 75% de las partículas en una ciudad es resultado de actividades humanas, fundamentalmente del tráfico».
La investigación, publicada en la revista «Environmental Pollution«, recuerda que, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca cada año 3 millones de defunciones prematuras. Esta mortalidad se debe a la exposición a pequeñas partículas de 10 microgramos de diámetro (PM10) o menos (PM 2,5), al causar cardiopatías, neumopatías y cáncer. De hecho, los investigadores señalan que mediante la disminución de la contaminación con partículas (PM10) es posible reducir un 15% el número de defunciones relacionadas con la contaminación del aire.
Hasta 92.000 muertos en una década por la contaminación
Los datos preliminares del equipo dirigido por el epidemiólogo Julio Díaz elevan a 9.200 la cifra de muertes prematuras atribuibles cada año a la contaminación a corto plazo. Serían 92.000 muertos en una década. Además de los casi 2.700 fallecimientos anuales debidos a la contaminación por partículas, habría que sumar otras 6.000 víctimas por los efectos del dióxido de nitrógeno y unas 500 por las concentraciones de ozono. Esta cifra total multiplica por ocho el número de fallecidos en accidentes de tráfico en 2015, según subrayan los autores. Los resultados finales de su investigación todavía no se han publicado en una revista científica.
Fuente: DGT