La negociación de convenios colectivos sigue sin recuperarse con respecto al último año previo a la pandemia de covid-19. Hasta julio de 2022, se han firmado en España un total de 450 convenios colectivos. Esta cifra supone que la negociación colectiva sigue un cuarto por debajo de la actividad registrada antes de la pandemia. En el mes de julio, se habían firmado en los años previos a la pandemia 598 convenios en 2016; 617 en 2017; 635 en 2018; y 556 en 2019.
A pesar de que la cifra de convenios ya es mayor que en los peores años de pandemia (222 se habían firmado en 2020 y 305 en 2021), la negociación colectiva sigue sin recuperarse de la crisis sanitaria y sus efectos. Es más, en 2019, cuando la pandemia solo era una película de ciencia-ficción, ya había dado muestras de estancamiento. Había bajado con respecto a 2018, casi en 100 a estas alturas del año, como al final. Los 1.907 convenios firmados en 2018 fueron la cifra más alta desde 2016 hasta hoy. En 2019 ya bajaron hasta 1.725.
Los salarios suben menos de la cuarta parte del IPC
La variación salarial media pactada con efectos en julio de 2022 supone un aumento de los salarios del 2,56 %. Es ligeramente superior a la última mejor cifra, previa a la pandemia, del 2,24 % en 2019. Pero, mientras que en 2019 la inflación cerró el año en un 0,8 %, este 2022, a falta del dato oficial que se confirmará mañana, el IPC ya es del 10,8 %.
“La inflación no solo se come la subida media pactada, que deja de ser subida para convertirse en un simple maquillaje de la brutal pérdida de poder de compra de los trabajadores; es que el IPC más que cuadriplica esa subida de salarios y, por lo tanto, la pérdida salarial acumulada por los trabajadores en este 2022 es del 8,24 %”, advierte Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Gestión de Proyectos de USO.
Una pérdida de la que no se libra nadie, ni por sectores ni por territorios, aunque especialmente son los salarios más bajos los que siguen devaluándose.
Euskadi lidera la subida salarial; cierra Aragón
Euskadi, con una subida media del 5 %, es la región donde más suben los salarios por convenio a julio de 2022. Aun así, la realidad es que los vascos ven devaluados sus sueldos en más de la mitad del IPC, que no recuperan con esa subida.
Navarra y Cantabria están por encima del 4 % y la Comunidad Valencia y Galicia se acercan.
Por debajo, la Comunidad de Madrid es la última en estar por encima de la media, muy ligeramente, y con menos subida que la media encontramos a 6 comunidades autónomas, además de las ciudades. Aragón, con una subida media del 1,76 %; y Ceuta y Melilla, con 1,82 %, es donde más se devalúan los salarios con respecto al IPC, a pesar de la subida en convenio. Castilla-La Mancha queda también por debajo del 2 %.
Ningún sector se salva de la pérdida adquisitiva
Analizando los convenios por sectores, ninguno de ellos alcanza a cubrir la pérdida de poder adquisitivo por inflación. El que registra una subida más alta, 6,30 %, es el de profesiones relacionadas con el hogar. “Un sector fuertemente precarizado y feminizado que parte de unas condiciones especialmente malas. Pero esa subida, que podría haber significado en otro momento una recuperación de condiciones, ahora no cubre la nueva pérdida salarial”, destaca Estévez.
Más de la mitad de los sectores está por debajo de la media del 2,56 %. A la cola, las Actividades Financieras y de Seguros (+1,10 %) y Hostelería (+1,61 %).
“En ningún caso es justificable una subida tan alejada del IPC, tampoco en un sector que partía de mejores condiciones, pues ahora mismo sus trabajadores pierden casi el 10 % de su sueldo. Pero, en el caso de la Hostelería, con unas condiciones salariales, de jornada y de rotación tan malas, es aún peor. Desde USO defendemos la vuelta de la cláusula de revisión salarial ligada al IPC. Solo así se garantiza que, al menos, no se pierde salario. No se pueden retorcer las cifras y hablar de subida salarial del 2,56 % cuando la realidad es que eso es una bajada de más del 8 %”, recalca la secretaria de Comunicación y Gestión de Proyectos de USO.
En el caso del SMI, “precisamente la línea que marca los salarios de quienes menos cobran, ha subido un 3,63 % para 2022. Muy por debajo también de la inflación, aunque obviamente nos alegramos de que al final llegara a los 1.000 euros que se habían prometido en años anteriores”, apunta Estévez.
Un refuerzo para la negociación colectiva
La negociación colectiva ha sido la gran olvidada de la reforma laboral. Incluso la perjudicada. La Autoridad Laboral no ha recuperado competencias en cuanto a despidos y, además, se han rebajado plazos de negociación de ERTE en las pequeñas empresas, dando menos oportunidad de defenderse a trabajadores ya de por sí más débiles.
La reforma laboral traspasó al Estatuto de los Trabajadores la restauración de la ultraactividad ganada por USO en el Supremo y también la jurisprudencia, que ya se aplicaba, de que el convenio del sector de la actividad principal regía también a la empresa subcontratada.
Como novedades reales, únicamente se abordó la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa en la cuantía del salario y los complementos. Las subcontratas, sin embargo, no se han equiparado en condiciones a la empresa principal.
Por ello, desde USO reiteramos la necesidad de reforzar la negociación colectiva como garante de los derechos laborales. Y, en concreto en la situación actual, para poder conseguir una recuperación salarial que agrave la pobreza de millones de trabajadores en el límite de un salario digno.