Estos dias hemos podido observar la situación de unos vecinos de Atotxa Erreka Bidea en Donostia, que llevan años intentando conseguir que los conductores sean cívicos y no corran en ese tramo de calle. Al no haber conseguido que los conductores sean prudentes han optado por instalar un radar para concienciar de la problemática. Naturalmente el radar es falso, aunque ha dado el pego bastante bien a muchos ciudadanos que incluso han felicitado al ayuntamiento por la instalación. La situación es clara y además reconocida por el propio ayuntamiento, en esa zona no se respetan los límites de velocidad.
La instalación de este falso radar ha sido una iniciativa de un grupo de vecinos que han decidido realizar esta acción para que los conductores, al ver el radar, se conciencien de que no hay que correr. De momento han conseguido bastante repercusión en los medios de comunicación, este falso radar ha salido por todos los lados, lo cual ha provocado que ya no pueda cumplir su efecto disuasorio y es que todos los conductores ya saben que es falso.
El elemento que simula un radar era solo para llamar la atención de los usuarios de la vía. Hay un parque empresarial y algunos vecinos que van muy muy rápido. En todo momento se ha pedido al ayuntamiento restituir las medidas de seguridad pasiva que había, resaltos. Como eran de goma el ayuntamiento los quitó unilateralmente aún cuando estaban en el pliego de la urbanización y pagados por los vecinos originales.
Respecto a si el ayuntamiento puede obligar a quitar el radar pues de momento parece que no quieren realizar ninguna acción legal que pueda llevar a sanciones al vecino que lo ha instalado, el ayuntamiento ha afirmado que el problema del exceso de velocidad es real, que los vecinos tienen razón y que tratara de acelerar lo máximo posible la instalación de un radar.
Aparentemente parece que el ayuntamiento ha elegido el camino del dialogo y no el de la confrontación y las sanciones, ya que al menos ha sido realista, reconoce la problemática y que es normal que los vecinos se quejen ya que tienen razón, el exceso de velocidad en la zona es una problemática real. El alcalde ha declarado que van a estudiar la posibilidad de instalar un radar.
Posteriormente a la instalación del falso radar, tal y como se ve en las fotos anteriores, la organización ha cambiado la trasera del mismo ya que el factor sorpresa, que intentaba conseguir que los conductores no corran, ya no existe. Ahora muestra en euskera el siguiente mensaje «Si, soy falso pero el peligro es real».
Fotos gentileza y con el permiso de la organización RadarFalso.
