Este avance tecnológico de Ford promete mejorar la seguridad y el confort de conducción nocturna. Muchas cosas han cambiado mucho en los últimos 25 años en forma y fondo en el entorno automovilístico, pero quizás uno de los elementos que más ha cambiado es el referido a la calidad lumínica para ganar confort y seguridad. Acuérdate cuando aquellos “revolucionarios” faros halógenos de los años 90 fueron reemplazados por unidades de xenón ya en los 2000, que a su vez dieron paso a los faros LED, y que luego dieron paso incluso a la tecnología láser.
Y todo eso sumándole la capacidad adaptativa de los haces de luz en modo direccional -Preston Tucker lo incluyó ya en 1948 en su modelo Torpedo vía un faro central que interactuaba con la posición de las ruedas- o llegando a oscurecer áreas para no deslumbrar a conductores que vienen de frente.