Con el auge de los vehículos eléctricos en Europa, los puntos de recarga se han convertido en una infraestructura esencial. Sin embargo, también se han transformado en un nuevo objetivo para los ciberdelincuentes. La última técnica utilizada: el uso de códigos QR falsos para estafar a los conductores. El método es sencillo pero muy efectivo. Los estafadores colocan una pegatina con un código QR falso sobre el QR legítimo del punto de recarga.
Al escanearlo con su teléfono móvil, el usuario es redirigido a una página web fraudulenta que imita la del proveedor original. Allí se le solicita introducir datos personales o bancarios para iniciar la carga.
En algunos casos, se produce un cobro falso, y en otros, incluso se permite la carga posterior para no generar sospechas. Mientras tanto, los estafadores ya han obtenido los datos necesarios para robar dinero o cometer fraudes posteriores.
Este tipo de fraude ha sido reportado recientemente en países como Francia, Alemania y Reino Unido, y ha comenzado a extenderse a España y América Latina. Debido al crecimiento acelerado de estaciones de carga, muchas de ellas en lugares públicos con poca vigilancia, los delincuentes tienen múltiples oportunidades para actuar.
La mejor forma de protegerse frente a esta nueva estafa es verificar que el código QR no es una pegatina pegada encima del original, pero sobre todo, utilizar siempre la app original del cargador en el que se desee realizar la recarga.


















