Leemos en la web de El Mundo que el centro de tecnología de Repsol, en uno de sus numerosos proyectos de I+D+i relacionados con el asfalto de las carreteras, acaba de presentar una modalidad del mismo capaz de repararse de forma autónoma cuando detecta que existe algún problema.
Aunque ya en Tecnocarreteras hemos tenido constancia de otras iniciativas destinadas a conseguir asfalto capaz de repararse de forma autónoma, como el proyecto de la Universidad Tecnológica de Delft que lo conseguía añadiendo micropartículas de acero al betún, la propuesta de Repsol es una solución mucho más económica que otras similares, lo que augura su éxito en el mercado. De esta forma, se podría conseguir tener un asfalto con una vida útil muy superior al actual, lo que supondría un importante ahorro a los gestores de la carretera, con unos costes de implantación muy similares a los existentes hoy en día.
Desde la propia compañía, basándose en los estudios y previsiones realizadas, se estima que la aplicación masiva de esta tecnología podría llevar asociado una reducción del 50 % de los costes de mantenimiento y rehabilitación de las carreteras, lo que supone un valor añadido en cualquier momento, pero más en una época de crisis como la actual.
Además, ésta no es la única ventaja de este tipo de asfalto, ya que al necesitar menos mantenimiento que los tradicionales, también se reduce la contaminación y residuos generados en las labores habituales de conservación del pavimento, lo que redunda en unas mejoras medioambientales significativas, que siempre han sido tenidas muy presentes desde Repsol (no hay que olvidar que uno de sus proyectos de mayor éxito en este campo es el de Asfaltos Verdes, que consigue reaprovechar neumáticos usados para su uso en las carreteras).
Fuente: Tecnocarreteras