Multas de tráfico en Europa: ¿Que hacer si nos para la policia?

Cada vez son más numerosos los españoles que viajan al extranjero como destino para sus vacaciones. Y cada vez más los que utilizan su automóvil como medio de transporte para trasladarse fuera de nuestras fronteras. De los más de diez millones de viajes turísticos que realizaron los españoles al extranjero en el año 2006, el 32,5% se realizó en automóvil.

Como destinos preferidos los españoles elegimos los países europeos (77,2% de los viajes), y más concretamente nuestros países vecinos. Así Francia fue el destino del 20,7% de los viajes, mientras que Portugal lo fue del 14,1, Italia del 8,4% y Andorra del 8,2%.

Pero ¿qué ocurre cuando en esos viajes vacacionales por Europa nos para la policía y nos indica que hemos cometido una infracción de tráfico?

Para saber cómo actuar en estos casos Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha elaborado una guía sobre sanciones en Europa, que contiene informaciones prácticas para los automovilistas españoles que tienen que enfrentarse con una multa de tráfico en el extranjero.

Pagar en el acto

En la actualidad no existe en Europa una armonización legal en materia de infracciones y sanciones de tráfico, ni existen firmados convenios que permitan la persecución transfronteriza de las infracciones de tráfico. Por ese motivo, todos los países de la Unión Europea establecen en sus respectivas legislaciones nacionales la obligación de pagar (o depositar) en el acto al policía el importe de la sanción cuando se trate de conductores que no tengan la residencia en el país donde se haya cometido la infracción. En caso contrario la policía puede inmovilizar el vehículo, o en países como Portugal, puede retirarnos la  documentación del coche para que en el plazo de veinticuatro horas pueda procederse al abono de la sanción.

Deben entregar un recibo

En todo caso el agente tiene que entregar al conductor un boletín de denuncia donde debe constar el motivo de la infracción y que el importe de la multa ha sido cobrado. En caso de disconformidad con la denuncia, el automovilista puede ejercitar los mecanismos de defensa previstos en la legislación de cada país.

Indefensión del automovilista

Sin embargo, en este sentido AEA advierte que “en la práctica esto resulta inviable para el automovilista, no sólo por la diferencia de procedimientos, sino incluso por lo lesivo que resulta a los ciudadanos, ya que existen países como en Francia, Reino Unido o Alemania donde las multas siguen un proceso judicial y no administrativo, como ocurre en España, y requieren la intervención de abogado. A ello hay que añadir la dificultad del idioma”.

Armonización Europea

Por ese motivo, AEA aboga por un Código de la Circulación Europeo, en el que con independencia del lugar de residencia de los conductores se dé un tratamiento homogéneo a las multas de tráfico, tanto en los importes como en los procedimientos y mecanismos de defensa. “El único intento de Europa por lograr una cierta armonización en esta materia –señala AEA-, fue la firma de un Convenio en 1998 para posibilitar que la decisión de suspender el permiso de conducir adoptada por un Estado miembro distinto del de residencia del conductor pudiera ser ejecutada en el resto de los estados de la UE”. Sin embargo, después de diez años aun no puede aplicarse porque no se ha ratificado por todos los países.