Existen una serie de signos que implican una disminución de la capacidad para conducir. Se manifiestan especialmente bajo prescripción médica con tratamiento farmacológico y en el caso de que se presentasen se debería parar el vehículo y esperar a la desaparición de estos.
Los signos más comunes que caracterizan esta afección negativa en la conducción son:
– Visión borrosa.
– Dificultad de concentración.
– Dificultad para mantenerse despierto.
– Sorpresa ante hechos comunes que se producen de manera normal en la conducción.
– No recordar el trayecto que se ha seguido para llegar a un determinado destino.
– Dificultad para mantenerse en el carril correspondiente.