DGT-Leaks: cómo pasar de cero a 27 heridos graves sin que a nadie se le caiga la cara de vergüenza

La última entrada de El Antirradar hablaba de heridos graves que se caen de la estadística de siniestralidad por obra y gracia de lo inoportuno que le resulta a la Dirección General de Tráfico ofrecer una información que describa la verdad de lo que pasa en nuestras carreteras. En el pasado puente, se dejaron en la cuneta (y, creedme, lamento la analogía) nada menos que 58 heridos graves. Este fin de semana han ido más allá: pese a haber anunciado que no se ha registrado ningún herido grave, su propio sistema de recogida de datos arroja un balance de al menos 27 personas heridas graves. Bravo por la manipulación y la indecencia de intoxicar con los datos reales de personas reales que no existen para la DGT. ¿Hasta cuándo?

Veo la edición digital de ABC. Podría haber sido cualquier otro medio, pero no importa. Todos cuentan lo mismo, citando un teletipo de Europa Press: “El fin de semana deja trece fallecidos en las carreteras”, titula. Prosigue el diario que “ Se han producido doce accidentes mortales, en los que además dos personas han resultado heridas leves”. Ya en el cuerpo del texto, se informa de que “un total de trece personas han fallecido en alguno de los doce accidentes mortales registrados en las carreteras españolas durante el fin de semana, según ha informado un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT)”. “Además –prosigue–, entre las 15.00 horas del viernes y las 20.00 horas de este domingo, otras dos personas han resultado heridas de carácter leve en alguno de los doce accidentes, que no depararon ningún herido de gravedad.”

Se lee uno esta noticia (que, repito, puede ser consultada en cualquier medio, y que ha sido reproducida sin rechistar por radios y televisiones) y entiende que, pese a haberse registrado 13 víctimas mortales, al menos no ha habido heridos graves. Pues no. Se han contabilizado (en tiempo real) no menos de 27 heridos graves. Y sin contar Cataluña y País Vasco. ¿Dónde está el “milagro”? Pues que la DGT no quiere, porque no le da la real gana, proporcionar los datos de accidentes en los que no se han producido víctimas mortales. Así, el panorama parece mucho más satisfactorio, se crea una imagen ilusoria de lo que sucede en la carretera, porque se reduce la siniestralidad a sólo los siniestros con muertos. ¿Es necesario explicar qué secuelas puede acarrear un herido grave en accidente de tráfico? Creo que no, pero para la DGT es un incómodo dato, un número indeseado.

Yo mismo llamé a la DGT para preguntar por qué no se proporcionan datos de siniestralidad de accidentes no mortales. Este fue el diálogo:

Yo: Hola, me gustaría saber por qué la DGT no proporciona información, en los datos de fines de semana o de operaciones especiales, de heridos en accidentes no mortales.

DGT: Es complicado; hay que hacer recuentos y seguimientos de heridos, y eso lleva un tiempo.

Yo: Pero, según tengo entendido, el sistema de recogida de información de accidentes se alimenta en tiempo real, y, del mismo modo que recoge accidentes mortales, incluye también otros tipos de siniestros.

DGT: Bueno sí, pero…

Yo: ¿Pero?

DGT: Ejem… te llamo en un momento, tengo que consultarlo.

(Media hora después)

DGT: Hola, es por lo de los heridos graves.

Yo: Ah, sí, dime…

DGT: Mira, es complicado, pero estamos trabajando en poder dar una cifra de heridos graves.

Yo: ¿Estáis trabajando? ¿Me lo puedes explicar?

DGT: Ya te digo, estamos trabajando en ello.

Yo: Entonces, ¿puedo publicar que la DGT desconoce los heridos graves producidos en accidentes sin muertos?

DGT: Estamos trabajando en ello.

Yo: Pero, ¿puedo o no puedo decirlo?

DGT: Estamos trabajando en ello.

Yo: A ver, yo tengo la información de que en el último fin de semana se ha producido este número concreto de heridos graves, ¿me puedes confirmar si es cierto?

DGT: Y tú, ¿por qué tienes esa información?

Yo: Ya bueno, eso es otra cosa, pero, ¿es cierto? Digo yo que lo será si, al menos, reconoces que la información existe.

DGT: Es que esos datos no son públicos.

Yo: Claro, por eso llamo, para que me lo cónfirméis.

DGT: Repito, estamos trabajando en ello, pero tú no deberías tener esos datos. ¿De dónde los has sacado?

Yo: Pues mira… estoy trabajando en ello.

Y bien cierto que es… Estoy trabajando en ello.

Mientras me sea posible, seguiré dando, fin de semana tras fin de semana, los datos reales de siniestralidad, hasta que esta indecente pantomima quede totalmente abatida. Y lo que de corazón espero es que los distintos colectivos relacionados con el mundo del motor, pero sobre todo las asociaciones de víctimas, reclamen la verdad. ¿Va a ser posible?

2 ideas en “DGT-Leaks: cómo pasar de cero a 27 heridos graves sin que a nadie se le caiga la cara de vergüenza

  1. Pues claro que están trabajando… en mandarnos las multas y cobrarlas…

    Lo gracioso es que mucha veces, la información la publican ellos mismos (eso si por la puerta trasera y que hay que rebuscar mucho) pero no tienen ni idea, acostumbrados a unoa médios de comunicación mamporreros que solo repiten «velocidad caca y por tu seguridad».

  2. No, si con el tiempo nos iremos enterando de que las cifras de siniestralidad REALES, son un claro fracaso para esta política del toda vale con tal de meter dinero en la hucha del estado. Estado donde el rey Zapatero y otros muchos incompetentes despilfarran luego ese dinero, y muchíiiiiisimo más, (como el agua que se desaprovecha por un grifo abierto que nadie utiliza).
    Con el tiempo se verá asimismo que de tráfico y circulación, los mandamases de la DGT NO TIENEN NI IDEA. Porque no saben, no entienden, no tienen la preparación suficiente o adecuada, o no tienen ambas. Y si tienen asesores buenos no les hacen ni caso, sinó que más bien se dejan asesorar siempre por los peores.
    Son políticos. De tráfico no entienden. Ellos de lo que entienden es de tomarle el pelo y el dinero al ciudadano. En eso sí que son auténticos PROFESIONALES. ¡Son lo mejor que existe! De verdad lo digo.

    Y lo de siempre:

    Nos mienten. Nos engañan. Nos toman el pelo y el dinero
    a los conductores. A unos más o a unos menos, pero nos toman el pelo, porque incluso a los que ya sabemos que nos toman el pelo, nos lo toman tambien con sus límites en muchos casos absurdos de velocidad, con unos puntos negros que no se preocupan en arreglar, con un «ejército» de rádares que sirven en la mayoría de los casos para entorpecer el tráfico y cobrarnos un nuevo impuesto o «peaje» a los conductores, con un absoluto desinterés en adiestrar al conductor en asuntos de vital importancia en la carretera, porque se conduce mal, muy mal en nuestro país, pero esto no les interesa, porque se dan los carnets a casi cualquiera, en algunos casos se REGALAN (test psicofísicos que TODO EL MUNDO PASA) -creo yo-, porque me he enterado además de que hay conductores extranjeros que COMPRAN -literalmente- el carnet de conducir, y que pasados tres años conduciendo ALLÍ, aquí se lo convalidan, y que conste que no pretendo ser xenófobo al decir esto, sinó que por el contrario reitero que AQUÍ tambien se conduce MAL. No sabemos circular correctamente en rotondas, no ponemos los intermitentes, cambiamos de carril sin avisar y/o sin tener claro que no vamos a sorprender a nadie, etc, etc, etc.
    ¿Aún queremos más pruebas de que no se están haciendo bién las cosas desde la DGT?… y en muchos casos con unos sueldos que cobran y que les pagamos entre todos pero que no merecen porque son unos ineptos, unos embusteros, unos peseteros, unos mezquinos, y en definitiva,…
    politicastros. Porque profesionales imagino que también los hay, pero NO LES DEBEN HACER NI PUTO CASO… ¡Seguro!

    Y es que además, en este país a los politicastros se les permite prácticamente todo. Y así nos va, porque en un país mínimamente serio (el nuestro seguro que no), y después de toda esta sarta de mentiras o falta de transparencia por parte de la DGT, la justicia, o la oposición política, o la prensa, o el ciudadano, o ALGUIEN, debería pedir responsabilidades del tipo que procedan.

    Pero España camina, atada de piés y manos a sus descerebrados y parasitarios gobernantes, hacia una ruina moral y económica de gran envergadura. Espero que no sea total, aunque con lo que estoy viendo, quien sabe.

    Y sinó tiempo al tiempo…

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