La DGT ha propuesto con el apoyo del Servicio Catalán de Tráfico (o viceversa) “poder consultar” los historiales médicos de las personas mayores a la hora de renovar los permisos de conducir, como medida de seguridad para garantizar la conducción segura.
Las autoridades de tráfico argumentan esta más que posible vulneración del derecho a la intimidad con la constatación de un aumento de la siniestralidad en este colectivo como consecuencia de la pérdida de capacidades cognoscitivas, sensitivas y locomotrices.
El subdirector del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Xavier Almirall, ha informado en unas jornadas sobre la movilidad de los mayores de 64 años organizadas por la Fundación Abertis de que la siniestralidad del colectivo ha aumentado del 3,5 % de 2007 al 5,4 % en 2010 en Catalunya.
Los mayores no añaden riesgo a las carreteras
Sin embargo, aunque asegura que los datos arrojados no implican que los mayores añadan riesgo a las carreteras, y que este ascenso no responde ni al consumo de alcohol ni a la velocidad al volante, insiste en que se debe valorar otros factores como la pérdida de capacidades propia de la edad.
El reconocimiento médico no es suficiente
Llegados a este punto, los representantes del Servicio Catalán de Tráfico no creen que sea suficiente garantía de validez para la conducción segura de un mayor de 64 años las pruebas obligatorias de los reconocimientos médicos expedidos por los centros autorizados por la DGT.
Por todo ello, el director del SCT, Joan Aregioha recordado que la Administración tiene las herramientas para conseguir esa seguridad, que es la información que recogen los historiales médicos a la que, por el momento, no pueden acceder los profesionales encargados de hacer las revisiones que permiten renovar los permisos de conducir.
No se puede restringir la conducción por la edad
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha señalado que no es posible restringir la conducción por la edad y que, en cambio, es necesario «garantizar una movilidad segura a este colectivo, obteniendo entornos más seguros». Por su parte, según ha explicado el director del SCT, Joan Aregio, la respuesta no puede ser retirar a este colectivo de la carretera, sino asegurar su derecho a conducir y garantizar a la vez una conducción segura.
No se plantean otras alternativas
Ninguno de los dos organismos encargados de velar por la seguridad vial han planteado otras alternativas como ampliar las pruebas diagnósticas en los centros de reconocimiento médico o solicitar al conductor mayor de 64 años la presentación de un certificado de aptitud para la conducción tramitado por su médico de cabecera, del mismo modo que se tramita una baja o alta laboral.
Sin permiso expreso de los afectados
La única solución planteada por el SCT y apoyada por la DGT considera más eficaz que sean los centros de reconocimiento quienes accedan de manera directa, y sin permiso expreso de los afectados, a los historiales médicos de los candidatos a la renovación del carné de conducir, que serían los encargados de valorar el riesgo y custodiar posteriormente los datos confidenciales.
Los historiales en manos “dudosas”
Y todo esto, sin tener en cuenta la poca credibilidad de la profesionalidad de muchos los centros oficiales de reconocimiento, cuya función se reduce a un mero trámite administrativo sin valor médico. No se entiende tampoco en qué beneficia que los centros médicos tengan acceso a información de enfermedades que nada tengan que ver con la seguridad al volante, ni se ha aportado el protocolo de custodia que garantice la confidencialidad del paciente y evite usos comerciales o fraudulentos de los datos “confiscados”
Los pensionistas rechazan la propuesta
La Unión Democrática de Pensionistas rechaza esta propuesta argumentando que los ancianos son sólo el 10% de los conductores y los que menos accidentes provocan. Consideran, además que no hay argumentos de peso para aplicar esta medida indiscriminadamente a todos los que conducen y a toda la información de su historial médico.
A la DGT le bastan los datos de la Comunidad Catalana
La DGT basa su petición únicamente en los datos aportados por la comunidad catalana, sin extrapolar los resultados al resto del territorio nacional y sin realizar un estudio propio sobre la siniestralidad de los mayores de 64 años que aconseje tomar semejante medida.
De lo que se trata es de “controlar”
Así, la siniestralidad total en 2009 en la capital catalana era de 10.198 casos y en 2010 de 9.521, mientras que en la gente mayor de 64 años hay una siniestralidad de 1.188 en 2009 frente a los 1.181 de 2010; se reduce menos que la media total y por eso se trata de «controlar».
Los conductores de Barcelona envejecen
En las jornadas catalanas se ha recordado que, de la población barcelonesa, cerca de 500.000 tienen más de 60 años, lo que representa el 26,38 %, y de ellos 176.000 son conductores, por lo que es un colectivo importante para la directora del Pacto para la Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Clara Yzaguirre, que coincide con sus compañeros en que la respuesta no debe ser la retirada del carné, sino la gestión segura de la conducción de estas personas.
Fuente: El Mejor Seguro de Coche
ESO ES ABSOLUTAMENTE ILEGAL. La DGT no tiene porqué hacernos una «colonoscopia» cuando le venga en gana. La única persona que puede tener acceso a dichos datos es nuestro médico de cabecera o el que tenga nuestro historial Y SOLO EL puede dar el visto bueno a la conducción o no.
NO SE PUEDE UTILIZAR LA PRESUNTA SEGURIDAD PARA VULNERAR LOS DERECHOS PERSONALES, PORQUE SINO PERDEREMOS LOS DOS, CONVIRTIENDO ESTO EN LO QUE QUIERE CAMARADA COMISARIO RUBALCABA, UN SOVIET DONDE EL CIUDADANO ESTE SOMETIDO AL PODER.