El Gobierno del PP, que se conocerá a lo largo de esta semana, impedirá que Pere Navarro, aún por unos días director general de Tráfico, culmine su propósito, urdido a lo largo de los últimos meses, de dirigir y representar a España, con cargo al presupuesto público, en el Foro Iberoamericano de Seguridad Vial. Para ello, Navarro ya se ha ocupado, desde finales de verano, incluso de contar con oficinas propias en la sede de la DGT, en el número 40 de la calle Josefa Valcárcel: una planta entera ha sido desalojada para que el Sr. Navarro tenga acomodo en una dorada jubilación que le permita seguir en el machito y, por supuesto, pegarse sus buenos viajes a costa de los impuestos (y de las multas) de los españolitos.
Desde la victoria del Partido Popular en las elecciones del 20N se han podido escuchar algunas voces, como la del periodista Luis de Olmo , y también en un diario online, a favor de que Pere Navarro continúe al frente de la DGT. Tras la sorpresa inicial, ha sucedido lo lógico: es más difícil que Navarro siga al frente de la DGT a que Leire Pajín sea ministra de Economía.
Fuentes del PP consultadas por El Antirradar confirman que en ningún momento se ha pasado por la cabeza de dirigente alguno que Pere siga al frente de la cosa circulatoria. E incluso confirmaron que no contará con la bendición del Gobierno entrante para representar a España, con cargo al presupuesto público, del Foro Iberoamericano y del Caribe de Seguridad Vial, cuyo último encuentro se celebró en México DF, el mes de mayo, organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Dirección General de Tráfico (DGT) , la Fundación FIA (Fundación para el Automóvil y la Sociedad), la Fundación MAPFRE, el Servicio Mundial para la Seguridad Vial del Banco Mundial con el apoyo de la de la Comisión Transitoria para la Seguridad Vial y el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC).
El despacho del millón de euros
Funcionarios de la Dirección General de Tráfico, por su parte, han denunciado que se han visto obligados a cambiar de ubicación dentro de la sede del organismo para que quede disponible el espacio necesario para albergar la actividad del mencionado Foro Iberoamericano. Este movimiento de personas y de enseres se inició hace unos meses cuando se denunció que Pere Navarro se había gastado un millón de euros en nuevo despacho. Lo que afirmó entonces del director general, que era una necesidad para estar cerca del departamento financiero de la DGT, ocultaba, sin embargo, la necesidad de dotarse de un espacio para poder albergar su pretendido nuevo destino profesional. Así que, por lo que se ve, Navarro llevaba tiempo preparado para el día en que cesara como director General de Tráfico.
Finalmente, y puesto al corriente el PP de estas maniobras, ha decidido que no se cederá espacio alguno en la DGT para que Navarro albergue las oficinas del Foro Iberoamericano; pero es que, además, tampoco el Gobierno entrante está dispuesto a que sea Navarro quien represente a España en dicha organización. Y, mucho menos, a que lo dirija.