Reeducación para condenados por alcohol, conducir sin permiso o distracción

La Fiscalía General del Estado propone medidas reeducadoras como condición para la suspensión de penas por delitos contra la seguridad del tráfico. En el caso de los penados reincidentes por alcohol, piden planes de desintoxicación. Para los que conducen sin la debida autorización administrativa, la obligación por vía judicial de presentarse al examen de Tráfico. Y en cuanto a los que hacen daño por distraerse al volante, una de dos: o se apuntan a un curso de concentración y manejo avanzado del vehículo, o llevan un coche con sistemas de seguridad activa que les ayuden en su carencia.

En lo del alcohol, la idea no es nueva, ya que entronca con aquella reivindicación que formuló hace dos años el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat de Catalunya. En aquella ocasión, se pedía que se trabajara primero con la dependencia del alcohol y luego con la seguridad vial. Y ahora, es la Fiscalía General del Estado la que pone el acento en la desintoxicación de los conductores ebrios, en este caso como condición para que sus condenas queden en suspenso.

Al analizar los datos de 2011, la Fiscalía observaba un incremento importante en el número de procedimientos incoados por delitos contra la seguridad vial, un aumento del 27,4 % que incluye un significativo crecimiento del “delito de conducción embriagada y sin permiso”. Sólo en el capítulo que tiene que ver con el alcohol y la conducción, el incremento del número de procedimientos fue de un 18,5 % respecto al ejercicio anterior: de 71.181 en 2010 a 84.352 en 2011.

No al alcohol, campaña de la URSSAl problema de la conducción embriagada sólo lo supera el del manejo de vehículos sin permiso de conducir, que se elevó de 32.405 diligencias abiertas en 2010 a 49.267 en 2011, un 52 % más. El resto de los delitos relacionados con la seguridad del tráfico permanecen grosso modo en cifras estables, pero el del alcohol aglutina al 26,2 % de los condenados a prisión por delitos contra la seguridad vial, y en muchos casos los penados son reincidentes.
Tratar la adicción

Cuando hablamos de reincidencia y penas de prisión vinculadas a la reiterada conducción con alcohol es más que posible que hablemos de un problema de adicción. En ese sentido, la Fiscalía defiende la reforma del Código Penal para que en esos casos en que la alcoholemia ha sido el factor desencadenante de la pena por reincidencia los jueces tengan la potestad de condicionar la suspensión de la privación de libertad a que se realicen programas de recuperación o desintoxicación.

La forma de proceder sería examinar los casos de reincidentes y probar una relación entre el delito cometido y las posibles alteraciones de conducta que se dan en el consumo habitual al alcohol para determinar un programa de desintoxicación que permitiera a los condenados ganarse la suspensión de la pena. Entrarían en el mismo saco el resto de tóxicos que causan adicción.
Examinar al conductor que no tiene permiso

De forma análoga, la Fiscalía se plantea modificaciones adicionales sobre el Código Penal para que los multirreincidentes en conducción sin permiso se presenten a examen y regularicen así su situación o asistan a cursos de reeducación vial en el caso de la pérdida total de puntos. En definitiva, si de lo que se trata es de conducir, que no lo hagan de cualquier manera sino por los cauces que seguimos todo el mundo. Eso es lo que se deduce de la petición de la Fiscalía.

Habiendo vivido de cerca casos de gente que conducía sin permiso, y habiendo vivido muy de cerca el caso de un conductor que decidió obtener el permiso después de verle las orejas al juez, lo difícil es creer en este tipo de medidas reeducadoras. Los condicionantes son demasiados como para creer en una milagrosa caída del caballo y una aceptación de las normas del juego.

¿Hay solución? Seguramente sí, siempre hay que confiar en la resiliencia y todo eso, pero desde luego esa posible solución no es tan sencilla como la pintan. El trabajo que esta idea esconde, cambiar unos hábitos contrarios a la seguridad vial y fomentar la adquisición de buenos hábitos en un conductor curtido, no sólo es una tarea ardua sino que nadie garantiza que llegue a buen puerto.
Centrar al conductor distraído

Otra reivindicación de la Fiscalía General del Estado tiene que ver con las penas no superiores a dos años por homicidios o lesiones debidos a la distracción, el mayor de los factores de riesgo. En este caso, según pide la Fiscalía debería modificarse el Código Penal para introducir un condicionante que podría tener varias formas.

En este capítulo, un curso de técnicas de concentración y de conducción avanzada o bien el uso obligatorio en el vehículo del penado de sistemas de seguridad activa que previnieran las consecuencias de un despiste están en el pliego de propuestas lanzadas. La primera medida llama la atención por ser ciertamente innovadora. La segunda, con dispositivos como la frenada de emergencia autónoma, es más que factible. Aunque en el fondo hablemos de un parche.

Y sobre todo, la cuestión de fondo es determinar en cada caso cuál será el origen y cuál el destino de la ruta elegida. Es decir, ¿un conductor penado aprovechará la oportunidad de la reeducación o esa reeducación se convertirá en un mero trámite para la libertad?.

Fuente: Circula Seguro

Autor: Otros
Autores diversos.

2 ideas en “Reeducación para condenados por alcohol, conducir sin permiso o distracción

  1. El otro día vi un telediario donde parecía que seguíamos anclados en 2004 con Pere Navarro ya que la táctica no ha cambiado ni un ápice. El mamporrero aleccionado hablaba con sus huevos reposados sobre la criminalidad de ir a altas velocidades, y lo gracioso del tema es que venía a decir (es una exageración mía pero es para que se entienda mejor): «Un conductor borracho, drogado, ciego, que va viendo un vídeo de youtube por el móvil va con exceso de velocidad es un peligro público porque la velocidad mata»… tocate las pelots, es decir que la causa de que estos individuos se maten es el exceso de velocidad, nada tiene que ver que vayan drogados, ni ciegos, ni borrachos… no, la culpa es de ir a 140. En fin… Pere Navarro no le echaremos de menos ya que en espíritu usted sigue al frente de la DGT y los medios de comunicación mamporreros.

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