La Audiencia Provincial de Murcia ha absuelto a una conductora que dio positivo en las pruebas de alcoholemia que se le practicaron tras provocar un accidente de tráfico porque el etilómetro estaba caducado. La Audiencia revoca así la sentencia del Juzgado de lo Penal número dos de Murcia que condenó a la acusada, por un delito contra la seguridad del tráfico por conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas, al pago de una multa de 540 euros y a la retirada del permiso de conducir durante un año.
Según la sentencia la acusada reconoció haber tomado dos cervezas, y añade que la incidencia de esas “libaciones” en su actitud al volante no puede probarse “con un etilómetro en periodo de caducidad por haber expirado su vigencia, y cuyo correcto calibrado y fiabilidad técnica son, por ello, dudosos”.
Además, la sentencia considera que no se ha demostrado que la ingesta de bebidas alcohólicas tuviera una influencia decisiva en el accidente que esta conductora provocó al colisionar con el coche que le precedía.