Los accidentes relacionados con los puentes son más cotidianos de lo que podemos pensar. No suelen provocar víctimas mortales, pero sí daños materiales, fácilmente evitables si somos conscientes de los peligros que nos pueden deparar. Autocasion.com advierte a los conductores de los peligros que se deben evitar en un puente.
Peligros al circular bajo un puente
1.-”Gamberros” que tiran piedras: todos los años tenemos que leer la triste noticia de que un conductor fallece por el impacto de una piedra lanzada desde un puente. Si, al pasar bajo un viaducto, ves que hay gente en el borde de éste y están parados, ponte alerta.
2.-Camiones y altura máxima bajo el puente: Esos números que hay en la parte baja de los puentes sobre las autovías son gálibos que indican la altura máxima permisible bajo ellos. No circules justo tras un camión cuando estés cerca de un viaducto. Si golpea con la caja en la viga, pueden caer cascotes sobre ti. Deja espacio suficiente para poder frenar o esquivar el problema.
3.-Ráfagas de viento: Cuando se circula por carretera con viento lateral, al pasar por los pilares de un puente, éstos apantallan el aire y nos obligan a corregir la trayectoria para no salirnos del carril. En esas circunstancias, reduce la velocidad y sujeta el volante con las dos manos.
4.-Suciedad en el asfalto: el firme, bajo un puente, suele estar más sucio y tiene menor adherencia. Este problema es especialmente grave cuando llueve (por el barrillo y el musgo que se forma) o en invierno, cuando la sombra facilita la formación de placas de hielo. Reduce la velocidad y evita maniobras bruscas.
5.- Coches parados: muchos conductores se paran debajo de un puente cuando llueve con fuerza, graniza o para poner las cadenas en una nevada. Además de estar prohibido por el Reglamento de Circulación, están
generando una situación de riesgo y aumentan la probabilidad de provocar un choque en cadena al taponar el paso. Mucha atención.
Peligros al conducir sobre un puente
1.-Los puentes se mueven: El firme, al conducir sobre un puente, se mueve. Estas ondulaciones no son muy bruscas, pero sí lo bastante notorias como para que los neumáticos del coche no tengan toda la adherencia. No hay que circular muy rápido, especialmente si el puente tiene un trazado en curva.
2.-Juntas de dilatación en mal estado: en el tablero (la parte del puente por la que circulan los vehículos) de los viaductos se hacen cortes y se colocan juntas de dilatación para que absorban los movimientos provocados por los cambios de temperatura. Al aproximarnos a un puente, conviene echar un vistazo y no pasar sobre las zonas en peor estado: puedes sufrir el reventón de un neumático. Suelen ser metálicas y no están perfectamente enrasadas, por lo que, al pasar por ellas, cambia la adherencia del neumático y es como pasar por un bache. Pásalas siempre a una velocidad adecuada.
3.-Placas de hielo: aunque no lo percibimos, la tierra emite algo de calor. Al estar “flotando” en el aire y no estar en contacto con el suelo, la superficie de asfalto sobre los puentes suele tener una temperatura más baja que el resto del trazado. Esto favorece la formación de placas de hielo. Mucha precaución.
4.-Coches parados: debido a que son obras costosas, los puentes suelen ser más estrechos que el resto de la calzada y los arcenes son mucho más precarios de lo normal. Salvo que sea absolutamente imprescindible, jamás te detengas sobre un puente. Por un lado, porque no tendrás espacio para apartarte lo suficiente como para no estorbar. Por otro, en caso de colisión (precisamente por estar estorbando), nuestro coche puede caer al vacío.
5.-Ráfagas de viento: resultan un peligro tanto al circular sobre los puentes como por debajo. El consejo de Autocasion.com es claro: hay que reducir la velocidad al pasar por un puente y evitar conducir demasiado arrimado a los bordes de éste. Sujeta el volante con las dos manos durante todo el paso.