Según la Encuesta de Condiciones de Vida, la población en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) se redujo en 2019, quedando en el 25,3%, frente al 26,1% del 2018. “Un cuarto de la población sigue en riesgo de pobreza, un porcentaje que nos preocupa sobre todo por el impacto que la pandemia pueda dejar en unos ciudadanos que, ya de por sí, atravesaban una difícil situación económica y a los que se sumarán, por desgracia, otros muchos afectados directamente por la crisis económica que ha traído el covid-19”, reflexiona Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.
La reducción de la tasa AROPE se produjo en la carencia material severa, pasando del 5,4% al 4,7%, y en el riesgo de pobreza, que se redujo del 21,5% al 20,7%. Sin embargo, la baja intensidad en el empleo subió una décima y se situó en el 10,8% en 2019.
Por grupos de edad, el riesgo de pobreza bajó un punto en las personas de 16 a 64 años y 1,9 puntos en los mayores de 65. Por el contrario, subió 1,3 puntos en los menores de 16 años.
En 2019, el porcentaje de población por debajo del umbral de riesgo de pobreza se situó en el 20,7% de la población española, frente al 21,5% del año anterior. Este indicador mide cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población, es decir, hace referencia a la desigualdad.
Situación económica de los hogares
El ingreso medio por persona alcanzó los 11.680 euros, con un incremento del 2,3%. Este indicador lleva experimentando subidas continuadas desde 2014, cuando marcó su nivel más bajo en los últimos diez años (con 10.931 euros).
La situación económica que atravesaron los hogares españoles en 2019 muestra también una leve mejoría, aunque se sigue observando las dificultades económicas que aún atraviesan muchas familias, efecto de la anterior crisis económica y su desigual recuperación. Así, el 7,4% de los hogares españoles llegó a fin de mes con “mucha dificultad” en 2019, porcentaje 3 puntos por debajo al registrado en 2018.
Tampoco en 33,9% de los hogares tuvo capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 36,0% del año 2018. Y, el 33,4% de los hogares no se pudo permitir ir de vacaciones, porcentaje 0,8 puntos inferior al registrado en 2018.
Por otro lado, el 6,9% de los hogares tuvo retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad, etc.). Este porcentaje se situó 0,4 puntos por debajo del registrado el año anterior.