Los costes laborales por hora trabajada crecen de media un 0,7% en tasa anual pero se reducen con fuerza en áreas muy intensivas en creación de puestos de trabajo. La hostelería y el comercio fueron los motores de la contratación en el primer trimestre de este año, con más de un tercio de la afiliación creada respecto al mismo periodo de 2015.
Sin embargo, esos puestos de trabajo creados también van de la mano de unos menores desembolsos en salarios: según la encuesta de costes laborales publicada este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística(INE), hostelería y comercio son, precisamente, los sectores que más han bajado sus costes laborales y salariales por hora trabajada.
De poco ha servido el hecho de que cayese la Semana Santa en marzo de 2016 y eso fomentase la contratación en estos sectores. Ni siquiera así se han conseguido levantar las remuneraciones de los trabajadores de estas dos ramas de actividad.
Los costes laborales por hora trabajada en España aumentan de media un 3,2% en el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, si se corrige la serie de efectos estacionales y de calendario, los costes laborales apenas avanzan un 0,7% anual.
De acuerdo con los datos del INE, la recuperación del mercado laboral va por barrios. Mientras que las actividades inmobiliarias, las industrias extractivas o las actividades profesionales ya experimentan fuertes alzas de los costes laborales en tasas anuales, sectores como la hostelería, el comercio o la construcción siguen ajustándose. Con el inconveniente añadido de que estos últimos son muy intensivos en mano de obra, presentan por lo general sueldos más bajos y son los que más empleo están generando.
Si se examinan los datos por secciones de actividad, se aprecia con bastante claridad la existencia de una brecha muy significativa. El coste laboral por hora trabajada en la hostelería se está desplomando un 1,4% en tasas anuales y corregidas de estacionalidad y calendario. En el comercio cae un 1,2%. En la construcción desciende un 1%. Y en la educación disminuye un 0,6%.
La industria extractiva y la inmobiliaria, al alza
Por el contrario, en las industrias extractivas los costes laborales se disparan un 8,7%. En las actividades inmobiliarias suben un 8,%. En las actividades profesiones escalan un 3,3%. Y en otros servicios crecen un 2,4%.
Al examinar estos datos tomando sólo los costes salariales (lo que las empresas gastan en salario, sin tener en cuenta cotizaciones empresariales y otros gastos como el despido), la evolución es muy similar. En educación, las retribuciones se han mantenido más estables. Pero en construcción, hostelería y comercio los costes salariales por hora trabajada han descendido en el último año alrededor de un punto. Repuntaron un poco entre finales de 2014 y comienzos de 2015. Pero desde entonces han vuelto a retroceder, si bien siguen en niveles ligeramente superiores al inicio de la crisis debido a que al principio el ajuste en empleo sólo se hacía despidiendo y se quedaban en plantilla los salarios más altos.
De los 14 millones de asalariados registrados en la Seguridad Social, casi 5 millones de personas trabajan en estos cuatro sectores donde se están reduciendo los costes laborales.
Salvo educación, estas actividades exigen por lo general menos formación, tiran más de la temporalidad y, en consecuencia, retribuyen con sueldos más bajos. De acuerdo con la última encuesta anual de estructura salarial del INE, en 2013 la hostelería presentaba el sueldo más bajo con una ganancia media anual de 13.851 euros. En el comercio, la remuneración media anual asciende a los 19.069 euros. Y en educación y construcción mejoran algo con 21.947 euros y 22.720 euros, respectivamente. Excepto por la construcción, todas estas ramas se encuentran por debajo del salario medio de 22.697 euros.
Las mayores remuneraciones, estables
Las áreas con remuneraciones más elevadas, actividades energéticas con 52.827 euros y actividades financieras con 39.607 euros, apenas suben un 0,1%.
La brecha existente entre la evolución de unos sectores y otros puede achacarse en parte a dos razones. Por un lado, según un estudio de José Ignacio García Pérez, Marcel Jansen y Sergi Jiménez publicado en la OCDE, los salarios de reentrada de los jóvenes son en torno a un 20% más bajos que los que tenían en sus anteriores empleos previos a la crisis. O lo que es lo mismo, los nuevos trabajos creados registran de media sueldos bastante más bajos.
Y por otro, la nueva tarifa plana sobre los primeros 500 euros resulta más restrictiva y beneficia, sobre todo, a los salarios más bajos. Es decir, en parte se están abaratando más los costes laborales de aquellos sectores donde las retribuciones y por tanto las cotizaciones son más reducidas.