Marketing

Las compañías, a la hora de vender sus productos, utilizan un nombre comercial, Si, un simple y puro nombre comercial, con el cual denominar a su producto.

Autor: El Mejor Seguro de Coche

Por ejemplo, supongamos que el seguro «A» descrito al principio, en vez de llamarlo «A» lo llamase «SÚPER-ESTUPENDO». En sí, la palabra «súper-estupendo» no es nada, lo que importa saber es lo que hay detrás.

Por ejemplo, supongamos que el seguro «B» descrito al principio, en vez de llamarlo «B» lo llamase «MALO-MALÍSIMO». En sí, el seguro «malo-malísimo» no tiene por qué ser peor que «súper-estupendo», o puede incluso que sea muchísimo mejor, en función de lo que la letra pequeña de cada cobertura diga.

Ahora bien, las compañías saben que el uso de palabras que suenan bien es un atractivo para sus productos, y que muchas veces un buen marketing obtiene buenos resultados.

Y más aún, las compañías, al ser conscientes de que los usuarios rara o muy rara vez se leen sus pólizas, utilizan para todos sus productos nombres llamativos, de tal manera que parezca un buen seguro, aunque en realidad sea todo lo contrario.

De ahí nombres tan «estupendos» como los que hemos encontrado, y de los cuales, a modo de anécdota vamos a enumerar algunos:

• “Todo riesgo” (en todas o casi todas las compañías, ya que hace que el cliente identifique que está asegurado contra todo lo imaginable y más allá)
• “Auto 10” en Atlantis para identificar a un “todo riesgo” lleno de franquicias por muchos conceptos.
• “Fórmula Global” en AXA para identificar a un seguro “a terceros” simple y llano.
• “Completo” en Catalana Occidente para identificar a un seguro “a terceros” con lunas.
• “Póliza 10” en Mapfre para identificar a un seguro “a terceros” con lunas, incendio y robo.
• Etc, etc, etc.

Queda patente que cada compañía llama a sus seguros como mejor cree, y con una única intención, la de vender un producto, sea bueno o malo.

Un ejemplo echará más luz sobre estos conceptos. Tomamos como ejemplo a la marca Sony (que sería la compañía aseguradora) y suponemos que comercializa productos (seguros) tales como:

• Televisor de 14” (sería un seguro a terceros básico)
• Televisor de 21” (sería un «terceros» mas robo, incendio y lunas)
• Televisor de 28” (sería un todo riesgo con franquicia)
• Televisor de plasma de 40” (sería un todo riesgo sin franquicia)

Pero incluso dentro de cada una de las gamas, hay distinciones, de tal manera que, por ejemplo:

• Televisor de 28” Mod. Super 28TXT –teletexto- (sería un todo riesgo con franquicia que afectase al robo, incendio, lunas y daños propios)
• Televisor de 28” Mod. Super flat Surround 28TXT -teletexto + pantalla plana + estereo- (sería un todo riesgo con franquicia que solo afectase a daños propios, y así mismo, con la inclusión de las coberturas de defensa en multas).

Es decir, que no importa cual sea el nombre comercial de un producto, lo importante es ver qué coberturas tiene, y SOBRETODO, en qué consiste cada cobertura (LETRA PEQUEÑA).

CONSEJOS

No hay que fiarse NADA del nombre comercial de la póliza que se va a contratar: es más conveniente mirar las coberturas que tiene.

No hay que fiarse NADA del nombre de cada cobertura: es mejor mirar dentro de la letra pequeña

Autor: Otros
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