Condujo ebrio a lo largo de unos 400 metros y ahora deberá pagar por ello. En concreto, un conductor noruego
tendrá que a bonar 700.000 coronas (unos 80.000 euros), pasará 18 días en prisión y no podrá volver a ponerse al volante durante los próximos dos años y tres meses.
Las cortes noruegas fijan el importe de las multas por conducir ebrio de acuerdo con el ingreso y la riqueza de cada individuo. En este caso el fallo del tribunal de Aust-Adger, en el sur de Noruega, indica que el acusado tiene unos ingresos anuales de 751.769 coronas (85.900 euros) y que su fortuna personal es de 228 millones de coronas (26 millones de euros), lo que, según los jueces, le permitirá afrontar la multa «más fácilmente».
El millonario, que dio una tasa de 1,88 gramos de alcohol por litro de sangre en las pruebas realizadas por la policía el pasado mes de octubre, explicó que era consciente de su estado y que sólo pretendía regresar con sus amigos para dejarles el volante a ellos. El máximo permitido en Noruega es de 0,2%.