Los coches de la embajada estadounidense en la capital británica llevan años sin pagar las ocho libras (unos 9,5
euros) que abonan todos los automovilistas que quieren acceder al centro de Londres con sus vehículos, y ya acumulan una deuda de unos 3,6 millones de euros en multas.
Mientras que las autoridades británicas consideran que la tarifa es un cargo por un servicio que todos deben pagar, las de Washington mantienen que es un impuesto y que los diplomáticos están exentos de él, acogiéndose a la convención
de Viena.
Otras cinco embajadas -Rusia, Japón, Alemania, Nigeria y Sudán- deben cada una más de 1 millón de libras esterlinas por no pagar este peaje desde su introducción en el año 2003.
En total, el monto de lo debido por todos los infractores asciende a casi 32 millones de euros.