Un día, en un arranque de lucidez supina, dijo Einstein aquello de “sólo existen dos cosas ilimitadas: el Universo, y la estupidez humana… Y del Universo tengo mis dudas”. Y hoy voy a hablar de la estupidez que manifiestan algunos funcionarios, escudándose en la “protección de datos”.
Esto es un sucedido que le ha ocurrido a un colaborador de esta casa al acudir, hará unas dos semanas, a la jefatura de tráfico de su provincia, a solicitar una certificación de puntos de su padre para tramitar el recurso AEA sobre la detracción ilegal de puntos. El caso es que acude a la jefatura de tráfico con el DNI original de su padre para tramitar dicha solicitud.
En principio, le cobran 7,80 euros, cosa que luego en ventanilla le dicen que no tenían que haberle cobrado. En segundo lugar, le niegan el informe, ya que por la ley de protección de datos, le dicen que sólo se pueden facilitar los datos al interesado. Cuando con su DNI acredita que es hijo del interesado, que vive en el mismo domicilio y porta el DNI original del interesado, lo último que debe pensarse es que se va a “traficar” con esos datos. Además, si el interesado no había acudido personalmente es porque su horario de trabajo es incompatible con el “flexible” horario de los “trabajadores” y “esforzados” funcionarios, que sólo atienden 5 de las 24 horas del día, juntas en un único turno de mañana.
Al final, nuestro compañero tuvo que ir al día siguiente con la autorización de marras, para hacer en dos veces lo que la razón humana impone hacer de una vez. Además, tuvo que interponer una reclamación para que le abonasen las tasas cobradas y que cuyo resguardo, al ser del día anterior, estaba ya consignado en las catacumbas de la burocracia. Todo por un funcionario cuya estabilidad laboral le ha atrofiado tanto la cabeza que ha perdido toda capacidad de flexibilidad y razonamiento lógico.
Y digo yo: Tanta ley de protección de datos… ¿¿¿ para qué??? Porque cuando quieren, bien que se la pasan por el Arco del Triunfo (en una taberna emplearía otras palabras más grusas). Por ejemplo, si eres fotografiado a 200, tu coche (que suele ser reconocible a pesar de que borren la matrícula) sale en los telediarios. Por no hablar de que cómo ejecutas tu derecho a cancelación de datos de todos registros de OCR por los que pasas por la carretera, y por supuesto, esas notificaciones edictales en ayuntamientos y/o boletines oficiales, en las que salen matrículas, nombres, direcciones, DNIs… para este viaje no hacían falta tantas alforjas. Al final se persiguen las tonterías y se soslayan las burradas (siempre que las haga el mismo, claro…)
Mas y más de lo mismo…
El ciudadano medio, pisoteado.
País País….
trafico es lo mas dibertido del mundo cuando este jubilado ire a las oficinas de trafico a pasar las mañanas porke es todo absurdo..
gitanos pidiendo certificados de no tener carnet de conducir porke les han multao y como les van a multar si no tienen carne 🙄 y señores de 50 años trajeados sin 7 € para pagar tasas pidiendo limosna
mirad un GC reivindicando sus derechos y el caso que le hace el P€r€.
http://www.youtube.com/watch?v=5paqF6AszE4&feature=player_embedded
que asco de personaje (El P€r€ claro esta)
Totalmente de acuerdo Lothar, la «protección de datos» es una nueva parida que alega telefónica y la administración cuando quieren entorpecer los trámites de cualquier tipo que les puedan perjudicar.
Aún recuerdo el aviso a sus clientes de Telefónica de España de hace pocos años en que se informaba de que «telefónica no cederá sus datos a terceros sin su consentimiento» y bla, bla, bla… ¡Claro!, ¡para qué los iba a ceder si ya los tenía «hasta el vecino de al lado»!, (y es que por aquel entonces apareció esta ley, si no recuerdo mal, como consecuencia de las trapacerías de la Telefónica).
Y la ley, como bién dices sólo la utilizan cuando les interesa, o de cara a la galería, porque cuando no, se la
pasan por los cojones. Lo de siempre, en una república bananera tercermundista y barribajera nos hallamos.