Los guardias civiles, contra los ‘premios’ para quien ponga más multas

Favorecer las multas en lugar de las labores de prevención. Éstas serán, según denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC, mayoritaria en el instituto armado), las consecuencias del nuevo sistema de evaluación por puntos que el Ministerio del Interior pretende implantar para medir el rendimiento de los agentes.

El trabajo mensual de un guardia civil se recoge en un Resumen de Actividades Individuales (RAI), que analiza el servicio que realiza e influye, por ejemplo, en la prestación que cobra en concepto de productividad. Por eso, para la AUGC, el nuevo baremo es “una amenaza velada. Es como si dijeran: si no pones muchas multas, puedes perder dinero”, comenta José Antonio Agudo, Secretario de Organización de esta asociación.

“Y hay otros asuntos de productividad o laborales –como por ejemplo, decidir quién va a la Vuelta Ciclista– que tememos que van a decidir a partir de este sistema, con lo que se beneficiará a quienes pongan más multas”, añade.

Según la AUGC, el nuevo baremo calificará las acciones propias de un agente de la siguiente forma: un punto por auxilios en carretera (como asistir a un vehículo que ha pinchado); dos puntos por intervención en accidentes y denuncias de seguridad vial; y cuatro puntos por las denuncias de transportes (que son las que tienen una cuantía más elevada y por las que Tráfico ingresa más dinero).

Para José Antonio Agudo, “esta medida no repercutirá positivamente sobre la seguridad vial, sino que afectará negativamente a la imagen de la Guardia Civil. Como la gente conocerá la aplicación del baremo, se va a poner en tela de juicio nuestra objetividad a la hora de denunciar”. “Y, desgraciadamente, puede haber agentes que en vez de hacer su principal labor, que es preventiva, se dediquen a poner multas”, añade.

Agudo ilustra la posible actitud de algunos guardias civiles: “Por ejemplo, yo salgo de servicio y me sitúo en un stop donde no me vea el conductor. Un stop donde hay muy buena visibilidad y en el que jamás se ha producido un accidente. Como no es un lugar peligroso, muchos conductores no cumplen la señal (aunque, por supuesto, deberían hacerlo). Así, si de mis ocho horas de servicio paso cuatro en ese lugar, me voy a llevar un buen saco de multas y de puntos, pero mi trabajo no habrá servido para mejorar la seguridad de la vía, que es la que debe ser mi principal función”.

José Antonio Agudo señala que, además, este sistema “afectará a la moral de los agentes, que se van a sentir tratados como si fueran un radar fijo al incentivar únicamente la labor coercitiva en detrimento de otras”. “La multa tiene por objetivo la prevención y la educación del ciudadano, pero con este baremo se va a hacer ver que lo único que interesa es recaudar dinero; se va a producir una quiebra de la confianza del ciudadano en nuestra institución”, sentencia.

La AUGC subraya que, con esta decisión, el Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico tratan en realidad de poner fin a la llamada huelga de bolis caídos que enfrenta a la asociación de guardias civiles con estos organismos.

Desde hace al menos tres meses, las denuncias interpuestas por los agentes han bajado considerablemente, que protestan así ante la falta de disposición de las autoridades para negociar unas mejores condiciones laborales. “Reivindicamos que se nos equipare con el Cuerpo Nacional de Policía. Nos unen muchas funciones pero, de media, un Guardia Civil trabaja 22 horas mensuales más, y gratis. La bajada del salario del 5% fue la gota que colmó el vaso”, explica Agudo.

Fuente: Intereconomia

Autor: Otros
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