El velocímetro es un instrumento obligatorio en el panel de los vehículos. Es esencial para que el conductor respete los límites de velocidad establecidos. En la Unión Europea, una directiva regula cómo deben ser estos dispositivos para que los vehículos puedan ser homologados.
Estipula, por un lado, que la velocidad que marca debe ser siempre superior a la real y, por otro, que la diferencia entre la velocidad indicada y la real debe ser menor o igual que la velocidad real dividida entre 10 más 4 kilómetros por hora. Es decir, para una velocidad de 80 km/h, el margen de error máximo sería de 12 km/h y para una de 100 km/h sería de 14 km/h.
En los velocímetros analógicos (aguja giratoria), si se consignan unas velocidades máximas muy altas (por ejemplo,
240 kilómetros por hora), la escasa distancia entre las marcas del disco dificulta la percepción de la velocidad a
la que realmente se circula.
Por este motivo, Automovilistas Europeos Asociados (AEA) aboga, al igual que la Dirección General de Tráfico
(DGT), por un nuevo diseño de estos dispositivos en los que los 120 km/h aparezcan en el lado derecho del disco,
ya que el actual formato incita al conductor a ir más rápido.
El límite legal en nuestras autopistas y autovías es de 120 kilómetros por hora (desde el 7 de marzo el Gobierno
ha limitado temporalmente la velocidad a 110 km/h), pero esta cifra se encuentra a la mitad de los velocímetros de los
vehículos. La mayoría de estos dispositivos tienen el mismo espacio para indicar velocidades entre 0 y 120 km/h y
velocidades entre 120 y más de 240 km/h, lo que incita al conductor a ir más rápido ya que si la aguja se encuentra en
los 120 km/h, éste tiene la percepción de que no está corriendo.
Normativa actual
La Directiva 97/39/CE de 24 de junio de 1997 que regula como deber ser el velocímetro del automóvil establece en
su anexo II que:
Las graduaciones de la escala serán de 1, 2, 5 o 10 km/h.
Los valores de la velocidad estarán indicados del siguiente modo en el limbo:
– Cuando el valor más elevado indicado en el limbo no sobrepase 200 km/h, los valores de la velocidad se indicarán a
intervalos que no sobrepasarán 200 km/h;
– Cuando el valor más elevado indicado en el limbo sobrepase 200 km/h, los valores de la velocidad se indicarán a
intervalos que no sobrepasarán 30 km/h.
Los intervalos de los valores de la velocidad indicados no tienen por qué ser uniformes.
Pues nada, de entrada que cuando vayamos a 80 el marcador marque que vamos a 200 y así no correremos, y cuando vaya a 200 indique «MACH 8″…
No se, yo estoy pasado de kilos y cuando me subo a la báscula me gusta que me marque lo que peso, no lo que me gustaría pesar porque creo que un instrumento de medida es para lo que es, y no para que marque de una manera «psicológica» porque para eso ya tengo mi simulador de F1 que, estando sentado en mi sillón dice que voy a 350Km/h.
Ahora bien, es una opinión personal y que se amolda a mi manera de pensar y actuar, pero si como parece ser vivimos en una sociedad de gilipollas, donde todo el mundo es gilipollas, no piensan y hay que tratarlos como a gilipollas, pues bien, para eso pongamos un velocímetro que marque lo que «el gilipollas» quiere ver en su coche, quitemos la democracia ya que «un gilipollas» no sabe que vota, mejor pongámosle un gobierno que diga lo que «el gilipollas» debe pensar y nada, pan, toros, tortilla de patatas y fútbol, mucho fútbol.
Es triste despertar un día y darse cuenta uno lo solo que está cuando se percata que está «rodeado de gilipollas» incapaces de usar su cerebro.
Y ahora… aboguemos por el velocímetro fantástico…