Mientras Pere Navarro hablaba con Carlos Herrera en Onda Cero, en la mañana del pasado jueves 14 de abril y le contaba al popular líder radiofónico lo contento que estaba porque por primera vez “en años” se habían encadenado dos días seguidos sin accidentes mortales en las carreteras de la red nacional, en una localidad cordobesa se disponían a velar el cadáver de un accidentado que ha ostentado el dudoso honor de ser ignorado por el lenguaraz director general de Tráfico en su ansia por ofrecer un éxito de gestión, ahora que llevamos unos meses de sequía triunfalista en la cosa circulatoria.
El accidente tuvo lugar en el kilómetro 14 de la carretera A-306, en la mañana del día 13 de abril, al colisionar una moto con una furgoneta, con resultado de un muerto y un herido grave, según los datos del atestado que me han sido suministrados. Sí, Navarro miró para otro lado y borró de la estadística un muerto que le estropeaba la entrevista con Herrera.
Con el cuerpo aún caliente del infortunado y la congoja a flor de piel de sus familiares, Navaro afirmó que los dos días consecutivos sin víctimas “son un hecho insólito, inusual, histórico”. “Por primera vez en España la Dirección General de Tráfico –afirmaban los teletipos, y se reprodujo profusamente en radio, TV y prensa escrita y online- registra dos días seguidos sin muertos en las carreteras españolas”. “Navarro –continuaba la noticia- , ha calificado de «inédito, inaudito y gran noticia» que no haya habido víctimas mortales este martes y miércoles, y ha asegurado que este dato «es una muestra de que se va en la buena dirección». Gran éxito, aunque fuera parcial, que venía a arreglarle un poco las cosas a la DGT, con la siniestralidad en ascenso, con los radares apagados y con el ciclo represivo agotado. Haciendo de la anécdota (que ni siquiera era cierta) categoría, Pere se explayaba sobre el cambio de mentalidad de los conductores españoles que habían entendido esto y lo otro y lo de más allá.
Pero poco le dura la alegría al manipulador, porque se le caza rápido: muy rápido. Así, en la mañana del lunes tuve acceso, como publiqué en mi blog, www.elantirradar.com, a la estadística que elabora el Observatorio de la Seguridad Vial (organismo dependiente de la DGT) actualizada a diario (excepto los fines de semana) donde sí figuraba un fallecido el día 13 de abril. En el blog, por cierto, está disponible el documento del Observatorio para quien se lo quiera descargar.
Así que desde el pasado lunes 18 la información está colgada en Internet y ha corrido como la pólvora por otros blogs y muchos foros. Pero la DGT, silencio. Y silencio también en los medios, que, como se ve, no han considerado noticiable un hecho de la gravedad de esto de Pere Navarro; será que están acostumbrados (tanto los periodistas como el propio Navarro) a hacerse la pelota unos a otros; o será por los 11 millones de euros que la DGT repartirá en este año de sequía publicitaria; la práctica totalidad del presupuesto de Interior para campañas, con la consabida firma “Gobierno de España”.
Lo cierto es que toda la retahíla de autobombo, autocomplacencia y propaganda tenían que haberse quedado en casita. Una mentira más de Navarro; quizás la penúltima. Una mentira más construida sobre la sangre de los fallecidos en la carretera; como el recorte de 365 muertos realizado en la estadística a principios del año pasado, que aún están pendientes de explicación por parte de Navarro Olivella, pero también del vicepresidente Rubalcaba, pues él es quien se encarga, a principios de cada año, de contarnos la de vidas que han salvado ellos solitos. Y fue él, precisamente, quien ofreció aquellos datos dispares cuya explicación ha caído en el olvido en la confianza, seguramente, de que otros éxitos de gestión en materia de seguridad vial ahogarían las patrañas.
La diferencia cuantitativa entre aquéllos 365 fallecidos desaparecidos de las estadísticas y esta persona que en la mañana del pasado 13 de abril se dejó la vida en la carretera es evidente. Pero cualitativamente, es muy diferente. Por primera vez, se trata de un muerto con nombre, apellidos, número de DNI y familia doliente la que ha merecido el desprecio de Pere Navarro. ¿No hay que investigarlo? ¿Dónde está la Oposición? Posiblemente también le perdonará esta a Navarro, acostumbrado a pasearse entre Sus Señorías con displicente autosuficiencia. Vaya Comisión de Seguridad Vial que tenemos en el Congreso, que tiene que venir un humilde blogger como yo a decirles que les están tomando el pelo. No hace falta decir qué habría pasado con Navarro en cualquier país de nuestro entorno.
Mención aparte merece el comportamiento de las asociaciones de víctimas que, en mi opinión, deberían estar manifestándose frente a la madrileña sede de la DGT, en la calle Arturo Soria. Pero no. También Navarro los ha hecho rehenes: 450.000 euros tienen la culpa; dinero en forma de subvenciones que, por cierto, procede en su mayor parte de haber reducido a la mitad el presupuesto de 800.000 euros de la DGT para acciones escolares en formación y educación vial: Navarro prefiere consolar a las víctimas que evitarlas.
Yo no sé si los familiares de esa víctima ignorada, cuya existencia ha sido sacrificada para que Pere Navarro ocupe titulares en los periódicos, tendrán intención de emprender algún tipo de acción contra el director de la DGT. Pero, desde luego moralmente, se merecen una disculpa pública, independientemente de todo lo demás.
Mientras, la Semana Santa no está yendo bien, aunque confiemos en que se enderece en los días que quedan. Según los últimos datos de siniestralidad de Semana Santa, tenemos un acumulado de 26 fallecidos, 2 más que en los mismos días de Semana Santa del año pasado, pero 8 más que los registrados en 2009. El acumulado de abril arroja un incremento de 2 fallecidos respecto al mismo mes de 2010.
Desde el 1 de marzo (mes en que se implantó el 110) hasta el pasado martes hay 177 muertos, 3 menos, o un 2% por debajo de 2010; ¿no quedamos en que salvaría vidas? Porque, aunque no se nos haya dicho, el límite de 110 lo han impuesto para intentar rebajar la siniestralidad ante el agotamiento de la fórmula represiva. Reconocerlo hubiera supuesto admitir que no son capaces de garantizar la movilidad. Pero eso es otra historia.
Me quedo con una frase «¿Donde está la oposición?»
Efectivamente, España esta gobernada por una panda de ladrones y la oposición la ejercemos nosotros mientras un tal Rajoy está contando los votos que va a ganar en las elecciones, dejándonos solos frente al PSOE y su banda de ladrones y asaltacaminos.
Eso si, mañana el PP gobernará y no dudará en salir a las carretera a seguir «robándonos» la cartera.
las familias de las victimas deberian de denunciar
seria historico inaudito…..