Para ahorrar dinero hay muchos otros caminos menos molestos para la ciudadanía; el más rápido y justo es sin duda conseguir que se bajen el sueldo toda esta panda de monigotes que tenemos apoltronados en la cúpula de nuestra esperpéntica política nacional. Una auténtica fortuna se iba a ahorrar entonces nuestro país, y no las migajas que se obtienen del ahorro en carburante por ir todos conduciendo al paso de la tortuga coja.
¡Qué no, qué no!, que el sentido común brilla por su ausencia en este tipo de medidas. Que de lo que se trata aquí es de desviar la atención del ciudadano cabreado, se quiere hacer ver al pueblo que se están tomando medidas de ahorro importantes cuando el dinero lo tiran luego a borbotones es otros temas que carecen de prioridad, asuntos como los citados megasueldos de toda una cohorte de politicastros que por otra parte, ni están preparados en la mayoría de los casos para cobrar lo que cobran, ni hacen bién sus deberes, ni se merecen de ninguna manera esos astronómicos emolumentos. Y no los merecen porque, entre otros factores, ni tan siquiera son en la mayoría de los casos, profesionales en los asuntos que tratan.
Y tal como dicen nuestros amigos del antirradar, la DGT socialista nos ha estado tocando las pelotas y el bolsillo durante los últimos años a la mayoría de los conductores… ¡PARA NADA!
Ni ha disminuido sustancialmente el nº de siniestros, ni el nº de heridos, ni el de fallecidos ni “na de na”. ¡Eso sí!, carreteras como la Arrabasada en Barcelona las han desgraciado por completo. Las han dejado de tal manera que si tienes la desgracia de topar con un “muerto” de esos al volante (que andan como si vieran menos que el “Rompetechos” de los cómics), se monta una procesión rápidamente de tal calibre, ¡qué ni en la Semana Santa!
¿Y a esto lo llaman progreso?… Hala hala. Pués que se pare porque yo me bajo.
Eso sí, todo el colectivo de mayores de 70 años u otras personas que por sus características físicas deban conducir despacito y con precaución estarán muy contentas (y que conste que ellos no tienen la culpa de todo este desaguisado), ya que gracias a la patética política socialista, siempre en pos de eso que ellos denominan “el beneficio de la colectividad” (será de sus camaradas de partido, ¡digo yo!), pués el auténtico grueso de la citada colectividad nos vemos obligados a circular como el que menos aptitudes tiene al volante.
Esto es el socialismo español de laq DGT: jodamos a la mayoría para beneficiar a una minoría…¡cojonudo!
¡Qué grandísimo “cerebro” tienen!
¡Oh Dios!, ¡qué “inteligencia desbordante” la suya!
Así están la mayoría de los ciudadanos de este país después de la “magnífica” 2ª etapa del PSOE al frente del gobierno: arruinados, asqueados, cabreados, con “el mono”, rabiosos, frustrados y desmoralizados.
¡Métanse su asqueroso “sucialismo” por vía rectal!, y tápense luego el esfinter con un corcho, para que no tengamos que aguantar su repugnante hedor ¡NUNCA MÁS! en España.
Consejo utópico: no nos vayamos nadie de vacaciones este año y qué se hunda así todo el turismo interior. ¡Ya veríais entonces!, como se comían su estúpida medida de los 110 ¡y no con patatas!, sinó con ¡”mierdecitas” de acompañamiento!
¡Sinvergüenzas!
