Sillitas infantiles: Errores fatales

Que el niño lleve el arnés holgado, que la sillita no esté bien anclada al vehículo o no desactivar el airbag cuando el pequeño ocupa el asiento del copiloto son errores muy comunes que multiplican por cuatro el riesgo de que el menor muera en caso de accidente de tráfico. Así lo han demostrado el Instituto de Investigación INSIA y la aseguradora Línea Directa.


Un mal uso de las sillitas infantiles cuadriplica el riesgo de muerte del menor en caso de accidente de tráfico. Esta es una de las contundentes y preocupantes conclusiones del estudio “Buenos y malos usos de las sillitas infantiles”, elaborado por la aseguradora Línea Directa, tras comprobar, mediante ensayos reales de impacto, qué ocurre cuando un niño va mal colocado en su sillita y el vehículo se ve implicado en un accidente de tráfico. Estas pruebas de choque, realizadas por el INSIA (Instituto de Investigación del Automóvil) de la Universidad Politécnica de Madrid, han demostrado, además, que también es la causa de que en cuatro de cada cinco casos en los que el niño sobrevive, este puede sufrir lesiones y secuelas muy graves. Y un agravante: el 70% de los niños que viajan en coche no utilizan correctamente la sillita, según se calcula en el proyecto europeo Child. Los errores más comunes son dejar holgado el arnés de la sillita, anclarla mal con el cinturón de seguridad del coche, fijarla mal al sistema de anclaje Isofix o no desactivar el airbag frontal a pesar de haber colocado la sillita en el asiento del copiloto. ¿Las razones para cometer estos errores? En palabras de Francisco Valenciano, director de Gobierno Corporativo de la mencionada aseguradora: “desde las prisas que nos llevan a no invertir el tiempo necesario para hacerlo bien, porque el niño llora si lo atamos, hasta que las instrucciones no son muy claras…”

Además de las pruebas de choque, explica Valenciano, se han analizado más de 2,5 millones de accidentes registrados por la compañía en los últimos cinco años, y –subraya– que “tras la colisión, más del 27% de los menores accidentados precisan de tratamiento médico que suele alcanzar una duración media de 25 días”; y lo que es peor, “cerca de un 3% de los niños de 0 a 6 años que sufrieron un accidente tienen secuelas de por vida, como diferentes grados de discapacidad por lesiones de médula espinal y problemas de visión”. La realidad recogida a través de las duras estadísticas corroboran este escenario y desde la Asociación Española de Pediatría se asegura que las lesiones por accidente de tráfico siguen siendo la primera causa de muerte en los niños mayores de 4 años. Y eso que el número de niños fallecidos en el asfalto se ha reducido a la mitad en la última década. Según la DGT se ha pasado de las 159 víctimas mortales, en el grupo de edad comprendido entre los 0 y 14 años, del 2001, a los 79 fallecidos del pasado 2010. De ellos, más del 60% (52 niños) viajaban como pasajeros de un vehículo.

Las cifras son tan importantes que la DGT ha establecido como uno de los objetivos prioritarios de la Estrategia de Seguridad Vial 2010- 2020 lograr que ningún niño pierda la vida por no ir correctamente sentado en una silla adecuada a su peso, talla y edad. En la misma línea, Valenciano indica que con el estudio han intentado “concienciar a los padres no solo de la importancia de utilizar estos dispositivos, sino también de hacerlo bien, y de que nosotros seamos capaces de darles una serie de consejos que no dejen lugar a dudas”. Así, indican que al comprar la sillita se debe tener en cuenta el peso y la altura del niño, no solo su edad; y al colocarla, se la debe situar en la plaza trasera central, anclándola correctamente con el cinturón de seguridad del coche o con el sistema Isofix y desactivar el airbag frontal cuando se coloque en el asiento del copiloto. Y al sentar al niño, se debe comprobar que el arnés no queda holgado y ajustar las correas a su altura. Y, desde luego, usar siempre el dispositivo de retención adecuado hasta que el niño supere los 135 centímetros de estatura. La legislación establece que no llevar a un niño con un sistema de retención adecuado o sin que vaya correctamente abrochado, en cualquier trayecto, tanto en ciudad como en carretera, es una infracción grave y se sanciona con multa de 200 € y pérdida de 3 puntos.

Fuente: Tráfico y Seguridad Vial

Autor: DGT
La Dirección General de Tráfico (DGT) es un organismo autónomo dependiente del Ministerio del Interior de España responsable de la ejecución de la política vial. La administración territorial se compone de 50 Jefaturas Provinciales de Tráfico, una por provincia, dos jefaturas locales de Tráfico en Ceuta y Melilla y 14 oficinas locales de Tráfico que realizan la tramitación relativa a la titularidad de los vehículos, conductores y procedimiento sancionador por infracciones de tráfico en el ámbito interurbano. En estas labores cuenta con el apoyo de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Fue creada mediante la ley 47/59, de 30 de julio de 1959, sobre regulación de la competencia en materia de tráfico.

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