Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha recibido con preocupación los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses en su memoria sobre “Víctimas mortales en accidentes de tráfico” del año 2013, en donde se revela que el 43,09% de los conductores fallecidos en los accidentes de tráfico analizados dieron positivos a alcohol, drogas y/o psicofármacos.
Según el análisis de los datos realizado por AEA, “esto significa que en los últimos cinco años y a pesar de los cambios normativos como la reforma del Código Penal que endureció las penas para los conductores que condujesen bajo la influencia de las drogas y de las campañas realizadas, se ha producido un incremento de dos puntos porcentuales en el numero de positivos de sustancias psicoactivas detectadas”.
Así, se ha pasado del 41% de positivos en 2009 al 43,09% en 2013, observándose una mayor presencia de drogas entre los positivos (del 12,35% de 2009 se pasa al 15,26% del 2013), y un considerable aumento de los psicofármacos que en los 5 últimos años casi se ha duplicado (del 8,45% se ha pasado al 14,36% de positivos). Respecto del consumo de alcohol, los datos reflejan una ligera disminución respecto de 2009 (del 30% se ha pasado al 28,90% en 2013).
España consume demasiados psicoactivos
Para AEA, “este incremento, va parejo al consumo en general de psicoactivos en nuestro país”. Así, según el último estudio anual sobre drogas publicado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, España destaca por el consumo de cannabis y cocaína entre los jóvenes. Mientras el consumo medio de cannabis en Europa se situó en el año 2012 en un 11,7% entre los jóvenes de 15 a 34 años, en España se situó en un 17%. Y respecto a la cocaína, mientras la media europea estaba en el 1,9%, en nuestro país es del 3,6%.
Por ello, AEA considera que el problema debe ser abordado como una cuestión de sanidad pública ya que tiene todas las características de una epidemia y no sólo desde una perspectiva de la seguridad vial, en la que sólo tengan cabida medidas sancionadoras.
Propuestas para combatir una epidemia
Así, por ejemplo, AEA propone, entre otras medidas, la exigencia de análisis clínicos que permitan detectar el abuso de drogas en los reconocimientos médicos obligatorios para obtener o renovar el permiso de conducir; la obligación legal de los facultativos de notificar a las autoridades de tráfico la detección de enfermedades incompatibles con la conducción; la incorporación obligatoria de dispositivos que impidan la circulación de conductores que hayan ingerido cualquier tipo de sustancia psicoactiva en vehículos de nueva matriculación dentro de la UE, o la incorporación en la legislación penal de programas de deshabituación a las drogas, como pena sustitutoria de las de prisión o multa.
Entonces, ¿para qué darnos tanta tabarra con lo de la velocidad?.