El viaje de vacaciones de Semana Santa es el «test de estrés» para nuestro vehículo. Muchos kilómetros en pocos días, a veces con retenciones al entrar o salir… Sin la revisión necesaria, puede fallar cualquier elemento y convertir nuestras vacaciones en un calvario. Si no lo ha hecho ya, pida hora en el taller y haga revisar los puntos fundamentales. Se evitará más de un susto y hasta alguna factura elevada si el vehículo se estropea durante el camino.