Para que los vehículos de gran tamaño se vean mejor, el Reglamento de Vehículos incorpora, desde 2011, una nueva señal reflectante de marcaje de contorno, denominada V-23. Este dispositivo permite percibir, en condiciones de baja visibilidad, el perímetro de la parte trasera y lateral de los vehículos. Consiste en unas cintas reflectantes de 5 centímetros de ancho, de color blanco o amarillo, para los laterales y rojo para la parte trasera, que se coloca en los extremos de la caja, marcando el perímetro del remolque.
Las cintas reflectantes que se comercializan en España son de fácil aplicación, se distribuyen en tiendas y puntos de venta especializados, se perciben a más de 500 metros de distancia desde todos los ángulos y duran alrededor de 7 años. El propietario de un camión de 8 metros de caja y 2 metros de ancho, por ejemplo, gastaría unos 70 euros en el material.