La crisis económica que sacude a los italianos y el elevadísimo precio del combustible han hecho que el año pasado se vendieran allí 1.750.000 bicicletas, mientras que la venta de coches se quedó en 1.748.143.
Esta es la primera vez desde 1964 que se da esta situación en Italia, un país con una gran densidad de automóviles, seis por cada diez habitantes.