El otro día sob me hizo llegar una foto que tomó en un semáforo. Es una de esas imágenes que dan que pensar sobre cómo la desidia, un pragmatismo mal entendido y un absurdo exceso de confianza pueden constituir un primer paso hacia la desgracia en caso de sufrir una colisión.
Autor: Josep Camós
Pues sí. El perro viajaba sobre la bandeja del VW Passat, correteando de un lado a otro sin ataduras ni mucho menos separaciones entre su lugar de paseo y el resto del habitáculo. En caso de que el coche hubiera frenado en seco o hubiese chocado contra cualquier obstáculo, el animal se habría convertido en una piedra de catapulta proyectada hacia la parte anterior del vehículo.
Hace unos años decían las cuñas radiofónicas de la DGT que en caso de colisión un niño que viajara sin cinturón se precipitaría hacia adelante como si se multiplicase su peso por 30. Supongo que con un perro sucedería algo similar. Poco cariño por el animal demuestra tener quien juega con su vida de esta manera. De darse la situación a la inversa, él nunca lo haría.
Fuente original: Curvas Rectas
La DGT está tan ciega contando dinerito e invirtiendolos en nuevos radares (creo que los cuñados de los jerifantes de interior y tráfico han montado una empresa de radares)que se les ha olvidado todo lo demás del tráfico… que no solo está la velocidad y el alcohol, que un conductor por ir despacio por medio de una vía rápida no es un buen conductor, que el que no bebe pero se toma 4 cajas de «frenadol contra la gripe» tampoco es buen conductor… que el cinturón no es una risa y «me lo pongo por encima porque me es incómodo»… ¿y la presión de las ruedas? ¿o el ajuste de las luces? ¿luz fundida de freno? ¿y que es eso?…
En fin… si hubiera o hubiese cultura en este país… cosas como las del perrito, no pasarían… no por miedo a la multa, sino por choque frontal con el sentido común.